miércoles, diciembre 4, 2024
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Adaptación al futuro

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es una hermosa película. Además es compleja, es dura, difícil, sugerente y también una adaptación fiel de la novela homónima del Premio Nobel de Literatura 2003 J.M. Coetzee.

El director Steve Jacobs y la guionista Anna M Monticelli han hecho lo imposible para no traicionar el espíritu de la novela. La tragedia, la metáfora, los espacios, los personajes, las situaciones en fin son como la lucha entre la razón y los sentimientos.

El mundo se ha ensuciado dice la película y empieza a cambiar. La hija del protagonista, la fresca y magnífica Jessica Haines, decide adaptarse radicalmente al futuro y sufre mucho en el intento, no es nada fácil.

Su padre es el protagonista del relato, John Malkovich, que hace del profesor de literatura David Lune, al que le da profundidad, desgarro, dolor e ira. Su composición del personaje es sutil, es preciso, es necesariamente distante.

Es, al fin y al cabo, algo habitual en los trabajos del actor norteamericano, es el de un personaje melancólico. Es decir que quiere entender lo que pasa en su entorno y no lo comprende, por eso tiende a la ensoñación.

es una metáfora de la convivencia en el relato, en la novela, en los personajes y en las situaciones. En las cosas que vive el viejo profesor de literatura romántica, en su hija que vive aislada en una granja Sudafricana.

En la violación que sufre su hija por parte de unos jóvenes en su granja aislada entre montes. En los perros, en los hombres. En su vecino negro que empieza a tener derechos y quiere ejercerlos. En los perros abandonados otra vez. En los hombres siempre. En el futuro que les espera a todos. En…

En resumen que hay tanta suma de elementos, algunos explícitos y otros sugeridos, y que remiten a la novela que hay que recomendarla encarecidamente. Es buenísima, es escalofriante en la crudeza de su tesis.

Por eso se entienda que Coetzee tenga en su haber el Premio Nobel de Literatura y que cada uno de sus difíciles novela sea una maravilla de compromiso con el mundo, con los sentimientos, con la propia escritura, con la forma de contar las cosas y con los que quieren hacer películas con sustancia en el fondo y la forma.

no es una fácil. Es desoladora por realista. Viéndola uno siente desazón ante la descripción del final de un viejo mundo y el nuevo en el apartheid (desarrollo separado). Su radicalidad apostando por el futuro sin mirar al pasado ni para apoyarse a dar un salto adelante revuelve conciencias. Esto está bien.

Este cine de tesis se sustenta en el mundo de la ficción con todo lo que se describe, nada es frívolo, todo es transcendente como por ejemplo la banda sonora hecha por Antony Portos que ha compuesto una melodía preciosa sustentada en el poema de Byron She walks in beauty. Merece verse y pensar en lo que propone para situaciones más próximas a nosotros.

(Disgrace)

Director: Steve Jacobs

Guión: Annam. Monticelli sobre la novela homónima de J.M. Coetzee

Intérpretes: John Malkovich, Jessica Haines, Eriq Ebouaney, Fiona Press.

Australia, Sudafrica, 2008,120 minutos.

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