se estrenó el pasado 3 de Septiembre y abrió la temporada madrileña llena de comedias para evadir la dura realidad. Es una comedia a la francesa, a la parisina, es decir un monumento a la banalidad para pasar el rato. Lo que el público demanda y quiere. ¡Qué le vamos a hacer!
tiene excelentes actores, los personajes han sido excelentemente dibujados y el punto de partida por el que arranca esta comedia es genial. Muy hábilmente todos veremos las cosas que pasan en las cabezas de seis personajes en la antesala de la consulta de un sicólogo.
Hay una estructura de vidas cruzadas, de pequeñas patologías (trastornos obsesivos compulsivos, es decir TOC) escenificada por tres chicos y tres chicas que hacen de arquetipos generales en los que uno, el espectador, siempre encontrará su espejo en el que se encuentra reflejado.
En Toc-Toc te lo pasas muy bien con la intrascendencia y el humor. Arranca como una locomotora y el ritmo, el nivel de las cosas que pasan en el escenario es muy alto hasta que se ponen a jugar al Monopoly. Este juego ocupa demasiado tiempo en la escena y se hace largo y pesado. Aquí pierde ritmo y lastra ya todo lo que queda hasta el final. Lamentablemente no remonta.
La antesala del sicólogo sirve para ‘sacar a flote por medio de la risa el lado humano de la gente’ dice su director Esteve Ferrer. Y lo que ha pretendido ha sido construir con los personajes una obra coral. Lo ha conseguido.
El Toc-Toc de Laurent Baffie era muy francés en su versión parisina. Normal. Pero la versión española de Julián Quintanilla ha hecho factible la adaptación de las características locales de nuestra tierra. Es digna tanto en la forma y en el fondo sobre todo cuando la comedia francesa en su versión parisina se apoya en la palabra. En la nuestra la palabra suena como si fuera española.
se basa sobre las cuitas que se cuentan unos a otros los actores-personajes los trastornos que les acomplejan. Cada uno es un arquetipo. Tienen manía, unos por la limpieza, otros insultan, Javivi todo lo convierte en números, una chica es monjil, Daniel Muriel necesita el orden y la simetría…
Todos entrecruzan sus cuitas en diálogos chispeantes. Brillantes. Muy graciosos. Uno se lo pasa bien ya que todos somos carne de diván. Nos sentimos así identificados en una obra de teatro ‘de diván’.
Toc-Toc
De Laurent Baffie. Versión de Julián Quintanilla
Director: Esteve Ferrer
Intérpretes: Daniel Muriel, Nicolás Dueñas, Inge Martí Gracia Olayo, Ana María Barbany, Javivi y Sara Moros.
Teatro Príncipe Gran Vía.