Desciende el consumo de las bebidas ‘espirituosas’. Un eufemismo para definir los alcoholes de alta graduación, el whisky, la ginebra, el ron y el vodka, el…
Su consumo disminuye año tras año. El último fue de un 11% en los canales de la hostelería (el 82 % de las ventas las hace este sector) y del hogar durante 2007 Y el 2008 la tendencia descendente ha seguido, solo el whisky sigue bajando un 5´8%. Como muestra un botón, el sector turístico supone un 12´5% de las ventas de estos ‘tragos largos’ y el turismo está en recesión.
Es decir que no se vive para olvidar la que está cayendo. Estos son los datos que aporta la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) Son esos productos procedentes de la destilación de materias primas agrícolas. La forman 130 empresas de productores y distribuidores que mueven 250 millones de litros anuales por un montante de 7.000 millones de euros. Genera un total de 170.000 empleos directos e indirectos.
La FEBE aporta también otros datos. El 32% de la población española se declara abstemia frente a un 25% en Europa según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El 97´5% de la población son bebedores sociales y en este ámbito todos ellos son marquistas a la hora de consumir. El consumo per capita en España es de 2´4 litros de alcohol puro por persona y año.
El whisky es la primera bebida ‘espirituosa’ con un 31´8 % del total de la demanda. Y en este segmento el consumo del escocés significa el 70% del total de ellos. El segundo alcohol en interés es el ron con un 17% de cuota.
Además hay que incidir en el hecho que estas están penadas con impuestos muy altos y restricciones importantes.
Hoy, aquí, hablaremos de whiskys y ginebras por eso que fueron en origen bebidas medicinales. Eso si que siempre fueron alcohol y de alta graduación.
El whisky
El whisky significa en la derivación del antiguo idioma celta: ‘agua de vida’. Me gusta también la definición de los indios del Oeste americano como ‘agua de fuego’.
Los jóvenes lo beben mezclados con Coca Cola. Las personas mayores la consumen primordialmente después de la cena, after dinner, como digestivo. La costumbre dice que para consumirlo uno necesita tomarse su tiempo y es parte integrante del movimiento lento, de slow food.
El consumo más habitual es el blended, de mezcla. Progresivamente se están apreciando y consumiendo el de alta gama (¡el caro vamos!), es decir de malta.
El whisky más común es el blended, el más joven. Es una mezcla de maltas (entre 10 y 15) y granos (entre dos y tres). La malta representa el 30% en la mezcla. Su envejecimiento se hace en barricas de roble por un mínimo de tres años. Los mejores son los más caros y se llaman blended de luxe con una alta proporción de malta y con un largo envejecimiento.
Los tipos malta se consiguen con cebada malteada, agua, aires y turba. Si proviene de un destilado es single o varios es vatted, siempre elaborado en alambiques de cobre en forma de pera.
Los tipos de whisky de grano se hace con cereales, tipo el maíz y la cebada, que es más suave al paladar.
El simple cask proviene de un solo barril sin mezcla de ningún otro. Si es cask strengh significa que no han reducido el alcohol con agua y su graduación suele estar alrededor de los 60 grados.
Para terminar con el whisky una curiosidad. Los años que marca la botella significa el tiempo que ha estado en barrica. Por cierto, cuanto más tiempo esta es de mejor calidad.
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Se utilizan fundamentalmente para la preparación de gin-tonic. Su cuota de mercado alcanza el 11´20 % entre las bebidas alcohólicas según la consultora Nielsen.
Las ginebras de alta gama se llaman Premium y Superpremium (lo más selecto, lo más exclusivo, lo más caro) y han experimentado un fuerte crecimiento en las ventas. La más clásica es la Bombay Sapphire.
Pero hay más. Se comercializan hasta treinta variedades diferentes y destacan al paladar la Tanqueray nº Ten, la Beefeater 24, la Larios 12, la Whitley Neill,… De cualquier manera las que más me gustan son las británicas Hendrick´s y The London Gin. Y no me olvido que en las Islas Filipinas destilan al año para el consumo local 25 millones de cajas (de doce botellas cada una) al año. Una barbaridad.
En las ginebras los cítricos macerados dan aroma, frescura y limpieza. La raíz la dan el cilantro, el pino y, sobre todo el enebro.
Y lo que hay que hacer es beber los ‘tragos largos’ con moderación. Así se disfruta más.