Entender la literatura del siglo XX sin leer alguna de las grandes obras de William Faulkner es un imposible. El escritor sureño es una de las grandes cimas de la narrativa de todos los tiempos, quizás uno de los autores más conscientes de trascendencia inherente a la creación de su propio universo, seguramente uno de los más ambiciosos a la hora de elaborar una trabajosa prosa no siempre de fácil lectura.
Por eso este volumen de cuentos que acaba de editar Alfaguara es una buena manera de acercarse a Faulkner. Sus novelas, sobre todo las más representativas como El sonido y la furia y Absalom, Absalom!, pueden resultar complicadísimas, difícilmente inteligibles. Su ficción corta, sin ser fácil, es más accesible y de una calidad sublime.
Faulkner, junto a su contemporáneo Hemingway, llevó el relato corto a cimas inimaginables pero, a diferencia de éste, jugando a la vez con el lenguaje y unas historias de gran sensibilidad artística y humana. Sin este escritor sería imposible concebir a Raymond Carver o Andre Dubus pero, más aún, él es el padre directo de Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y otros genios del boom hispanoamericano.
Por si fuera poco, estos Cuentos reunidos han sido traducidos por el gran profesional Miguel Martínez Lage que, por una vez en estos locos tiempos que corren, ha tenido tiempo y espacio para hacer un trabajo modélico, límpido, tan necesario cuando hablamos de un escritor tan complejo como el genio de Mississippi. En estos cuentos, además de al inevitable condado de Yoknapatawpha, viajamos a Nueva York, Francia, Los Angeles, un universo más amplio que el reducido de sus novelas, tan centrado en el declive del sur de los Estados Unidos.
Precisamente, la otra gran tentativa de traducir los cuentos de Faulkner al castellano, realizada hará unos 20 años por Anagrama, adolecía de grandes defectos en la traducción. Y ahora nos encontramos con un acercamiento más fiel al original aunque, todo hay que decirlo, Faulkner es intraducible. Pero sólo en su inimitable prosa. Porque sus historias, auténticos y melodramáticos acercamientos a cualquier aspecto mínimamente reseñable del alma humana, son universales, y por eso este escritor es tan indispensable. Cada uno de sus personajes, de sus historias, de sus escenarios, reflejan una época, una manera de entender la literatura y otra de entender la vida, de una manera tan magistral que quizás convierta a este narrador en uno de los cinco más importantes del siglo XX. Y esto lo dice alguien que nunca ha sentido auténtica devoción por el escritor. Pero hay cosas que superan incluso los propios gustos.
Cuentos reunidos
William Faulkner.
Traducción de Miguel Martínez Lage.
Alfaguara, 2009. 980 pp. 24,00 euros http://www.alfaguara.santillana.es/libro/cuentos-reunidos-faulkner/1416/