es la última de Woody Allen. Y acierta en la historia que cuenta, la de un hombre maduro que tiene muchos ruidos en la cabeza. Y al que le pasan cosas, algunas muy divertidas, otras las que siempre cuenta, eso si disfrazadas para que no se repitan.
suena como un tópico en las manos de Woody Allen contando lo que es más querido para el director y más reclamado por los espectadores. Ha hecho su cliché neoyorquino y todos sus fans tan contentos.
Por eso, funciona a toda máquina, gracias a los diálogos que son rápidos. A unas sentencias dichas con tino y en situaciones dispares, suenan veraces porque, dice el protagonista, tiene una visión global.
El actor principal es Larry David. Y hace de alter ego del director y guionista que ya no actúa. Es mejor, mejor que Kenneth Branagh en Celebrity (1998), Will Ferrel en Melinda& Melinda(2004) o Jason Biggs en Todo lo demás (2003).
Le saca todo el rendimiento al papel que le da Allen y realza los chistes, las sentencias, las obsesiones y sarcasmos. Es en suma la visión de un cascarrabias de lo que esta pasando encima de este pérfido mundo.
Y, los espectadores, no sentimos identificados con ella. O por lo menos yo y detrás todos los neuróticos que van al cine y que son fans del director.
El guión es antiguo, de hace treinta años y fue concebido inicialmente para Zero Mostel, el de Golfus de Roma. Y sin embargo Larry David se apropia tan bien de los hechos que parece que estaba predestinado para este papel.
El personaje es Boris Yellnikoff y está especializado en física quántica. Algo que solo los elegidos por el destino saben lo que es. Por eso todo rezuma una visión pesimista de nuestra existencia.
-Larry David tiene una visión ácida de este mundo y el sabe decirlo de una manera fantástica, fácil y simpática. Para eso es el dueño de la ‘stand-up comedy’.
es un misántropo que atrae a las mujeres. Y es el centro de la situación de los hechos, de Nueva York y, como tiene mucho ego, del mundo. Por eso atrae a las jovencitas a pesar de ser un hombre maduro.
-Larry David fracasó en su carrera con dos intentos de suicidio en sus espaldas. Pero tiene atractivo, también suerte, cae de pie o encima de otra gente que acaba enamorándose del personaje.
Irrita a los demás, es su deporte favorito, en verdad es su único deporte. Y tiene buena opinión de si mismo y mala de todos los demás. Su carácter es insoportable y sin embargo funciona como una buena comedia de situación, una ‘sit com’.
funciona valga la reiteración como película. Tiene gracia. El neurótico que se lava constantemente las manos, Larry David es muy bueno en sus parlamentos, incluso cuando rompe la ‘cuarta pared’ y se dirige directamente a los espectadores a los que alecciona. Pues gracias.
(Whatever Works)
Guión y dirección de Woody Allen
Fotografía: Harris Savides
Intérpretes: Larry David, Evan Rachel Wood, Patricia Clarkson,…
2009. 94 minutos, USA, Francia. www.tripictures.com