te tiene que gustar. Y punto. Es verdad que está bien, incluso más que bien pero, siempre hay un pero, no es emocionante dado que ha costado tanto dinero hacerla que hay que contentar a todos los públicos.
Son las cosas de las grandes películas hechas con mentalidad industrial, con un mínimo común denominador en forma y en el fondo. Aunque eso si, como es crítica(es decir realista) con el ascenso de la Iglesia Católica Apostólica Romana puede que encuentre algunas reticencias.
Pero también es su fuerza ya que trata de unos hechos desconocidos del siglo V después de Cristo. Mezcla la decadencia del Imperio Romano, su ruptura entre el Este y el Oeste, la decadencia de la religión animista, el ascenso de la religión que creyó que solo hay un Dios verdadero,…
La supeditación de la filosofía y de la ciencia a un concepto teológico de la existencia es el motivo principal de la historia que cuenta Agora. Y su desarrollo es una especie de lamento por como fueron las cosas, esas que arrasó con las ideas grecolatinas depositadas en la Biblioteca de Alejandría.
Y es que Agora es una película de tesis. La tesis que dice cómo la ciencia y la filosofía son las bases del progreso. Sin embargo la realidad histórica es tozuda, esta se detiene por culpa de la intolerancia, de la conquista del poder, de la teología, de la intolerancia, de la sangre, de la muerte,…
Contra ella se hace este relato que no tiene nada que ver con la primera ‘tesis’ del director, aquella que hizo el director en 1996. Para ello se imagina una hipótesis, de una astrónoma, Hipatia, una mujer que estudió las estrellas y discutió con hechos que la tierra no era el centro del universo. Eso si hay que reconocer que Amenábar arriesga y gana.
Es decir que además de lo que se ve hay algo más filosófico sobre la representación del mundo y su concepción. La aristotélica, la católica apostólica y romana de la Iglesia por un lado y la que al final ha sido demostrada con certeza la que formamos parte del sistema universal.
Teoría contra la ciencia. La gran lucha del desarrollo del pensamiento parte aquí en el siglo V después de Cristo, en Alejandría, en la biblioteca que es destruida para que no quede nada del pasado científico y todo sea nuevo y teológico.
Y en medio funciona el peplum, una de romanos, de los que van vestidos con túnicas cortas, con esclavos, con prefectos, con espadas, con grandes movimientos de masas y una ciudad reconstruida en Malta y en los ordenadores.
Las tomas de acercamiento a las tres épocas en las que se desarrolla la historia parece un efecto que parece hecho por Google Earth. Un poco ficticio.
La historia de masas, la historia de la protagonista, Rachel Weisz que está excelente, la de los que viven a su alrededor no tienen alma, es decir que son peplum, mucha gente vestida de romanos y muchas batallitas claro, generan esa sensación de falta de sentido y sensibilidad que hace que si, uno diga que la película es buena, pero tiene algo más que no emociona.
Agora
Director: Alejandro Amenábar
Guión. Alejandro Amenábar y Mateo Gil
Fotografía: Xavi Giménez
Intérpretes: Rachel Weisz, Max Minghella, Oscar Isaac,…
2009, España y Malta, 129min. www.agoralapelicula.com