es ya un clásico contemporáneo de un teatro que fue hace tiempo de combate y tesis. Hoy, ahora, es de emociones. Pues bueno, los tiempos han cambiado que es una barbaridad, pues eso.
La escenografía es la caja escénica y algunos detalles más. Todo el ambiente se sustenta en las proyecciones históricas de la Gran Guerra y otras de los actores que a continuación entrarán a decir sus textos.
En este campo la película(es un decir) le ha ganado la batalla a las luces de Juan Gómez Cornejo. Es una pena ya que esto le da un sentido poco teatral y en consecuencia cuesta seguir la progresión del texto que se ha convertido en un relato.
Es buena la incidencia entre los tiempos de la Guerra que siempre es la misma aunque los tiempos sean diferentes. Habla el texto de la, las,guerra,guerras, del siglo XVII y vemos en el escenario del teatro Valle-Inclán la primera del siglo XX.
Así entre el anacronismo de unos que usan casco antiguo y fusil moderno, aceptando los hechos como convenciones para centrarnos en el discurso y la tesis de Bertolt Brecht contra la guerra, contra sus consecuencias y como una manera literaria de hablar que la gente que la sufre, son los pobres.
Esta Madre Coraje se hace en la versión de Buero Vallejo hecha en los años sesenta y que tiene fama de ser excelente. Luego la dirección es de Gerardo Vera, director del Centro Dramático Nacional, que se ha mantenido en un precario equilibrio entre el distanciamiento (sic) breschtiano y la emoción que ha buscado para sacarle un nuevo mensaje otro contexto.
Dice Vera que ha mirado ‘en la entrelinea de un diálogo, en un pequeño gesto o en una frase que en un momento dado nos sorprende de una manera diferente, encontramos una pista para bucear dentro de nosotros mismos’ y lo dice en el programa de mano, toda una declaración de intenciones.
Su esfuerzo es arriesgado y hay veces que le sale en este trabajo y otras no tanto. Y es por la elección de los actores. Los protagonistas están flojos y brillan por si solos los personajes secundarios, los que son arquetipos frente a los que tienen que soltar el discurso ideológico.
Mercè Aranega está justita. No tanto como consecuencia de sus calidades actorales, que las tienes y sobradas, si de la dirección que le ha dejado porco margen de maniobra a la hora de llorar las consecuencias de las batallas, la muerte y la destrucción de la vida humana.
Le da la réplica José Pedro Carrión que está empeñado desde Doce hombres sin piedad en la impostura y en la impostación de la voz.
En cambio hace eficaz su trabajo de muda Malena Alterio y le da voz a la desesperación con gestos. Y con ella me han gustado Paco Obregón y Abel Vitón en unos papeles pequeños y sin embargo bien lucidos.
es, en fin, una obra de teatro de transición entre el clásico de vanguardia y el teatro contemporáneos hecho por gente que tiene hoy la obligación de hacer teatro actual. Y así vamos, haciendo equilibrios modernos.
Madre Coraje
De Bertolt Brecht en versión de Antonio Buero Vallejo
Director: Gerardo Vera
Intérpretes: Mercè Aranega, Malena Alterio, José Pedro Carrión,…
Teatro Valle Inclán de Madrid. Hasta el día 4 de Abril de 2010. www.cdn.mcu.es