Akira Kurosawa hubiera cumplido 100 a los el pasado día 23 de marzo. Pero no es posible. Murió en Tokio en 1998.
Su cine, sus películas, sus treinta filmes, son de los más interesantes de la historia universal del cine. Es un clásico del cine. Y un renovador. Como John Ford, con Alfred Hitchcock, como François Truffaut.
Para sus compatriotas fue un occidental. Para nosotros fue el hacedor de historias de personas con códigos samuráis. Para todos fue un sublime director de películas.
Kurosawa, el más occidental de los directores japoneses, se acercó a los grandes mitos del la literatura occidental. Se apoyó en Shakespeare. Hizo una trilogía con sus obras. Hizo Trono de sangre (1957), adaptación de Macbeth. Hizo Kaghemusa (1980). Hizo Ram (1885) que es la tragedia del rey Lear.
Según el ‘pope’ de la literatura y especialista en Shakespeare, Harold Bloom, Ram es la mejor adaptación cinematográfica del autor hecha en cine.
Le gustaron los clásicos y utilizó el texto de Dostoievsky de Los idiotas y la hizo con el título homónimo en 1951. O Los bajos fondos (1957) que se inspiró en el texto de Máximo Gorki.
Pero no fueron los únicos. También buscó textos en la novela negra de Ed McBain e hizo con ella El infierno del odio. Y Yojimho (El mercenario) está inspirado en una novela de Dashiell Hammett.
Para celebrar su centenario hay que fijarse en tres películas suyas de excelente filmografía. En Rashomon (1950), Los siete samuráis (1954) y DersuUzala (1975). De este cineasta que obtuvo tres Oscar de Hollywood, el último honorífico.
. Con ella ganó la Palma de Oro del festival de Venecia. Es la narración de un único asesinato a parir de cuatro perspectivas totalmente diferentes. Son la quintaesencia de la multiplicación de miradas sobre un mismo hecho.
En su día fue todo un hito hoy ampliamente utilizado por muchos directores contemporáneos en los que ha influido. Es la desaparición del narrador y se abandonan los principios de la presentación, nudo y desenlace del cine anterior que era heredero a su vez de la novela decimonónica.
. Fue y es la película más popular del director japonés. Sobre todo por las versiones que se hicieron del mismo. Por ejemplo la de Los siete magníficos (1960) de John Sturges con Yul Bruiner de protagonista.
Es el relato sobre la violencia y el horror que genera. Sobre el honor y la tradición. Una temática que sale de la definición principal del código samuráis muy querido por Akira Kurosawa.
El samuráis japonés es el vaquero solitario del cine de Hollywood. Es el que lucha para sacudirse de las convenciones morales y se enfrenta a la maldad humana. Es el solitario que vindica su libertad por encima de todo.
es una apología de la naturaleza hecha mucho antes de aparecer la moda ecologista. Es un alegato contra la desnaturalización el las personas. Es un canto al humanismo, es un canto a la vida.
Con ella ganó el Oscar de Hollywood a la mejor película extranjera.
Akira Kurosawa dijo de si mismo: ‘Mi cine no es de tema sino de sentimientos’. Recordémosle viendo los filmes que hizo.