Los bioquímicos estadounidenses David Julius y Linda Watkins y el israelí Baruch Minke, referentes mundiales en el campo de la neurobiología y especialistas en evitar el dolor, son los ganadores del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2010.
David Julius, bioquímico y profesor de Farmacología Molecular en la Universidad de Berkeley (California), nació el 4 de noviembre de 1955 en Brooklyn (Nueva York) se formó en el Instituto Tecnológico de Massachussets, realizó un doctorado en bioquímica por la Universidad de Berkeley (California) y amplió su formación como investigador en la Universidad de Columbia.
En 1997, Julius y su equipo dieron un paso decisivo en la investigación sobre la termorrecepción que le llevaron a identificar el receptor molecular que determinan como responde el cuerpo ante el calor y frío. En 2006 llegaron a la conclusión de que las tarántulas y las plantas de pimientos chili usan técnicas similares para protegerse, tras identificar tres moléculas o péptidos que propician el dolor intenso de las picaduras de araña y que están presentes en su veneno.
Ese año recibió el premio a la investigación Frederick W.L. Kerr de la Sociedad Americana del Dolor y el premio K.J. Zülch de investigación neurológica de la Sociedad Max Planck y el año anterior fue elegido miembro de Academia Americana de las Artes y las Ciencias.
Miembro de la Academia Nacional de Ciencias, actualmente es profesor de Bioquímica y subdirector del departamento Farmacología Molecular y Celular de la Universidad de Berkeley, y ha recibido numerosos galardones entre ellos el premio de la Fundacion McKnight Endowment de Neurociencia, en dos ocasiones.
Linda Watkins, bioquímica y especialista en la enfermedad del dolor es profesora en el departamento de Psicología y directora de Neurociencia en el Programa Interdepartamental del doctorado de Filosofía de la Universidad de Colorado .
Licenciada en Ciencias por el Instituto Politécnico de Virginia, en 1980 se doctoró en el Medical Collage de Virginia y realizó un posdoctorado en Fisiología en la Universidad de California, en Davis.
Desde 1988 está en la Universidad de Colorado en Boulder, donde ha desarrollado su carrera profesional, y ha sido miembro de su junta de gobierno y directora de Investigación y Desarrollo en los Laboratorios de Investigación Inmunológica y asistente de investigación fisiológica en el Medical Collage de Virginia.
Tratar el dolor
Watkins ha centrado sus investigaciones en tres áreas, la primera en conocer cómo controlar clínicamente relevantes estados patológicos de dolor, fruto de un tipo de células llamadas «células gliales»; la segunda dedicada a entender el papel del sistema nervioso central en el dolor, el aprendizaje y la memoria y la reacción del cerebro en respuesta a la infección/inflamación en el cuerpo, la llamada «enfermedad de las respuestas» y la última para entender el impacto que la percepción de control frente a la percepción de falta de control tiene sobre la fisiología y neuroquímica del organismo.
Ha recibido numerosos premios a su carrera, entre ellos, del Instituto Nacional de Salud y el Instituto Nacional para la Salud Mental, y becas del Instituto Nacional para Enfermedades y Ataques Neurológicos y el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
Baruch Minke, científico y profesor de fisiología israelí se graduó en la Hebrew University de Jerusalén en 1973, donde se doctoró, y posteriormente continuó sus estudios de posdoctorado en la Purdue University.
Minke descubrió, a partir del uso de la genética molecular, la bioquímica y la electrofisiología, un nuevo tipo de canal de membrana iónica, conocido como Receptor Potencial Transitorio (TRP), descubrimiento que se ha considerado clave para entender como los seres vivos regulan la temperatura corporal y como afectan a los sentidos de los seres vivos las condiciones medioambientales.
Director del Kühne Minerva Center, forma parte del consejo editorial de varias revistas internacionales y ha escrito y colaborado numerosos libros y artículos científicos especializados.
Minke ha sido seleccionado en dos ocasiones anteriores, 2007 y 2009, para recibir el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.