A la semana de abrir sus puertas y en el primer día festivo de un largo puente, la Feria del Libro ha vivido una jornada repleta de visitantes, entre ellos, la infanta Elena, que han rendido culto a muchos de sus autores preferidos, como el estadounidense Chuk Palahniuk, autor de El club de la lucha.
Palahniuk, que presenta estos días en Madrid su última novela en castellano Snuff (Mondadori), ha llegado a la Feria a las 13.00 horas y no ha parado de firmar ejemplares de todos sus libros, como si de una estrella de culto se tratara. Gente joven que adora a este escritor posmoderno y romántico, perteneciente a lo que se llamó la «generación X» y que hoy han agotado títulos como «El club de la lucha» y «Snuff, la novela que sobre el mundo del porno ha salido de la pluma de Palahniuk, quien hoy se ha mostraba encantado de hacerse fotos con sus fans y de escribir esmeradas dedicatorias, incluso con dibujos, en sus libros.
Pero la Feria este jueves se ha llenado de niños porque este año, que está dedicada a los países nórdicos, estos tienen la oportunidad de conocer el inmenso trabajo que muchos de los escritores del norte de Europa dedican a los más pequeños a través de los cuentos. Así, el pabellón infantil y juvenil ha acogido a la ilustradora islandesa Áslaug Jónsdóttir, a la escritora de Islas Feroe Rakel Helmsdal y al escritor sueco Kalle Güettler para hablar de los libros de monstruos. Dragones, gatos, perros o caballos en medio de una gran naturaleza han llenado este pabellón.
Gala, Navarro o la infanta Elena
Y entre todo este río de gente que ha visitado la Feria, se encontraba, de forma anónima, la infanta Elena con sus hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, mezclados entre el gentío que buscaba sus libros preferidos en las casetas y casi pasando desapercibidos. Antonio Gala, Javier Cercas, Julia Navarro, Javier Reverte, Luis Eduardo Aute, Matilde Asensi, Joaquín Leguina, María Dueñas o Luis del Vals, han sido otros de los autores más requeridos por el público. Aunque otro libro, sin pasar por el gran mercado de la mercadotecnia, está siendo uno de los más solicitados y se está haciendo su hueco, sobre todo entre la gente joven.
Se trata de «La manera de recogerse el pelo. Generación Blogger, publicado por Bartleby Editores. Trece mujeres poetas que cuelgan sus poemas en internet. Todos sus trabajos escritos en un blog, en sus cuadernos de bitácora a diario. Trece mujeres rompedoras, críticas y llenas de propuestas que se las conoce como la primera «Generación Blogger». Un trabajo reunido en un libro «La manera de recogerse el pelo, ideado y seleccionado por David González, con las trece propuestas y un CD con otros trece vídeos artísticos de cada una de ellas, realizado por Patty de Frutos.
«En un futuro lejano, mis esperanzas están depositadas en el camino evolutivo de internet, blogs o cuaderno de bitácora» dice González. Y es que este libro toma el pulso al nervio cotidiano, a la vida, inquietudes y anhelos de un grupo de mujeres «que escriben con el cuchillo entre los dientes» de todas las edades, desde los 25 hasta los cuarenta y tantos. La poeta, traductora y especialista en redes sociales en internet Silvia Oviedo (Talavera de la Reina, 1984) con un blog que se llama «Salón con ventanas a la calle» está inspirada por la generación beat y los surrealistas y deja sus poemas teñidos por la ciudad y por Alan Gisberg o Maiakosvski.
«El libro es muy heterogéneo -dice a Efe la poeta-. Con estilos y temáticas muy diferentes. Somos todas mujeres con inquietudes y experiencias distintas, pero a la vez mujeres y eso es algo que como dice el editor David González, marca, porque parece que hablamos de cosas de las que los hombres no hablan, como puede ser el caso de la maternidad». Para la filóloga, actriz y poeta Débora Vukusic (Orense, 1979) escribir en el blog «es un trabajo muy absorbente que te crea casi una dependencia».
Con su blog desde el 2008, bajo el título «Abejas con orejas de lobo, traspasa los géneros y los temas y hace guiños al teatro. Influida por la literatura estadounidense, Vukusic también tiene poemas con corte urbano, que deja colgados en la red para que todo el mundo pueda acceder a ellos y devolverle sus impresiones.