Shakira quiere a Madrid y Madrid, claro, ha querido a Shakira, que en la segunda jornada de Rock in Rio reunió a 85.000 personas, tan apretadas en su empeño por ver de cerca a la colombiana que se hacía imposible emular siquiera el más mínimo golpe de cadera de la cantante.
Con casi una hora de retraso salió Shakira a un escenario, el mayor del festival, por el que ya pasaron los portorriqueños Calle 13 y la sensual barbadense Rihanna. Y lo hizo una vez más hipnotizando a la audiencia con la canción Ojos así y con esa danza del vientre que ya se ha hecho famosa y con la que la artista hace un guiño a sus raíces libanesas.
«Hola Madrid, no saben la alegría que me da volver a verlos, a escucharlos, a sentirlos…, dijo la cantante de La tortura a un público que se desgañitó coreando las letras de Shakira cada vez que ella alargaba el micrófono hacia un foso que ya conocía, pues también hace dos años estuvo en Rock in Rio.
Bustier dorado, pantalón negro tipo esmoquin y botas fue el atuendo que eligió la colombiana: prendas cómodas y sin demasiado artificio que le permitieron hilvanar sobre escena contorsiones, giros, golpes de cadera y contoneos sin fin.
Aunque la cantante acaba de sacar nuevo disco, Loba, esta vez ofreció un repertorio trufado de grandes éxitos, entre ellos Te dejo Madrid, Inevitable, Si te vas, Ciega, sordomuda o Suerte. De las nuevas han sonado Loba, Gypsy y Sale el sol, que Shakira dedicó al artista argentino Gustavo Cerati, hospitalizado tras sufrir una isquemia.
Calle 13 y Rihanna
Pero antes de Shakira, el rhythm and blues de altos vuelos de Rihanna y las ardientes proclamas urbanas de Calle 13 ya habían encendido al público que desde las siete de la tarde comenzó a llegar al recinto de 200.000 metros cuadrados en el que se celebra Rock in Rio.
Desde Barbados llegó Rihanna para ofrecer su primera actuación en España, que esperaba con los brazos abiertos el rhythm and blues de altos vuelos que ha colocado a esta perla caribeña en lo más alto del panorama musical mundial.
Antes de Rihanna, calentó el escenario, o más bien lo achicharró, el dúo puertorriqueño Calle 13, cuyo ritmo urbano movilizó a un público que coreó emocionado sus canciones.
Esta banda, triunfadora en los últimos Grammy Latino, enfebreció al público con sus letras, de una fuerte crítica social, en las que no faltó la condena a la reciente ley de inmigración aprobada en Arizona (Estados Unidos).
Cierre
La segunda jornada de Rock in Río Madrid la cerró el DJ francés David Guetta, cuya canción Sexy Bitch encabeza estos días las listas de éxitos.
El primer fin de semana de este macro-evento musical, que este viernes reunió a 49.000 personas en el extrarradio madrileño, baja este domingo el telón hasta el próximo 11 de junio con una jornada familiar dedicada a los más pequeños y en la que actuarán, entre otros artistas, la «niña prodigio» de la factoría Disney Miley Cyrus y el grupo Mc Fly.