jueves, noviembre 21, 2024
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Anna Jansson se une al grupo de autores nórdicos que lideran la novela negra actual

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Hennink Mankell, Camilla Läckberg, Åsa Larsson (y Stieg Larsson, por supuesto) y, ahora, Anna Jansson. La escritora sueca (Gotland, 1958), que lleva escribiendo en su país más de una década, publica por vez primera en España, país que visita estos días para promocionar Hablaré cuando esté muerto (Grijalbo). Jansson se une así a este nutrido grupo de autores suecos que este año son los invitados de honor de la Feria del Libro de Madrid. ESTRELLA DIGITAL ha hablado con la autora sobre su novela y sobre el ‘boom’ literario del género policiaco.

Anna Jansson afirma que es “estupendo” formar parte de esta oleada de nórdicos que han tomado las librerías españolas, aunque recuerda que ella lleva quince años escribiendo, por lo cual el ‘boom’ lo ve “desde lejos”. Esta es la primera de sus novelas que se publica en España, un país al que, sorprendentemente, ha tardado mucho en aterrizar. “No sé lo que pasaba, pero ahora he cambiado de agente y estoy aquí”, cuenta en una entrevista con ESTRELLA DIGITAL, en la que bromea sobre la aparente tranquilidad del estado de bienestar de los países nórdicos: “Si uno lee novela sueca se da cuenta de que mi país es de los de mayor criminalidad, lo que ocurre es que no suele difundirse porque los suecos solo matamos a nuestros familiares. No matamos a los turistas”, termina entre risas.

“No sé qué tiene la novela policiaca, la verdad. En el caso de Suecia, no hemos tenido una guerra durante más de cien años, así que quizás nos sentimos culpables; oímos hablar de otras guerras, de sufrimiento, y el novelista quiere llenar este dolor ajeno con obras de este tipo. Me pregunto si en los países que tienen una guerra reciente se lee tanta novela negra como en los nórdicos”, reflexiona.

Jansson trabajó durante treinta años como enfermera especializada en pacientes con enfermedades terminales y muchos de ellos, cuenta, leen novela negra como un modo de enfrentarse a la muerte. “El yo del libro sobrevive, y eso es un alivio para ellos”, dice. Además, de alguna manera u otra, el lector de hoy en día busca “justicia en la literatura para un mundo lleno de violencia”. En su libro, además de la trama policiaca, la escritora reflexiona sobre problemas como la tercera edad, las infidelidades o la sanidad, aspectos que conoce muy bien por su experiencia en el mundo sanitario.

La inspectora Maria Wern

Hablaré cuando esté muerto presenta a los lectores españoles a la inspectora de la brigada criminal Maria Wern, quien ya aparece en otras de sus obras. “Maria tiene mucha energía y un gran corazón; no es, para nada, un bombón, es una mujer real, con sus problemas, divorciada y con hijos”, comenta y deja claro que no le gustan las protagonistas irreales que plantean muchas novelas. La otra protagonista es Frida Norrby, una anciana “con fuerte personalidad y las cosas tan claras que ni siquiera teme la muerte” inspirada en su bisabuela.

La novela arranca cuando Frida Norrby, que acaba de enviudar, descrubre enterrados en su jardín los huesos de un bebé. Con la sospecha de que su marido le hubiera podido ocultar algo tan grave como eso, Frida empieza a investigar por su propia cuenta, dispuesta a llegar al fondo del asunto.

Con varias obras adaptadas a la televisión sueca, Anna Jansson considera que también podrían llevarse al cine, sobre todo ahora, que tanto se adapta la novela negra desde el éxito de la trilogía Millennium, de Larsson.

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