El Museo del Prado acoge este verano una de sus exposiciones más ambiciosas de los últimos años, la del paisajista británico Joseph Mallord William Turner (1775-1851), uno de los artistas más reconocidos de la historia del arte universal. Pintor poco conocido en España —la primera exposición que se hizo de él la organizó el Prado en 1983, aunque esa ocasión sólo se mostraron acuarelas—, Turner fue, en palabras del comisario de la muestra, Javier Barón, “el paisajista más renovador del siglo XIX” y se le considera un precursor del impresionismo y de la abstracción. A través de más de cuarenta obras, muchas de las cuales nunca han sido expuestas en España, el visitante podrá contemplar todo el esplendor de los óleos del artista enfrentados a las obras de los maestros que más le influyeron, entre los cuales figuran Rubens, Rembrandt, Claudio de Lorena, Canaletto o Constable. Tras su paso por Londres y París, “Turner y los maestros” permanecerá en la pinacoteca madrileña hasta el 19 de septiembre.
El Prado ha abierto sus puertas a una de las exposiciones más notables de la temporada. Organizada por la Tate Britain de Londres, en colaboración con la Reunión des Musées Nationaux de Francia, el Musée du Louvre de París y el Museo del Prado, “Turner y los maestros” recorre tanto el desarrollo pictórico del artista británico como la manera en que estudió y asimiló las técnicas pictóricas de otros grandes artistas de la talla de Rembrandt o Rubens.
Tal y como explicaron los comisarios de la muestra, David Solkin y Javier Barón, el pintor inglés “se apoderó de la tradición pictórica de grandes maestros anteriores partiendo de la influencia del paisajismo clasicista de Poussin y Claudio de Lorena y de pintores representantes de la tradición holandesa como Rembrandt o Ruisdeal, que supieron plasmar los cambios empíricos de la atmósfera”. Uno de los grandes valores de Turner, añade Barón, es que “fue capaz de realizar una transformación completa de todos los elementos anteriores para ir mucho más allá que sus contemporáneos”. Como ejemplo, el comisario cita alguna de sus últimas obras, como Luz y color (la teoría de Goethe) en la que se percibe “un anticipo de los impresionistas e incluso de la abstracción”.
Turner tuvo una gran influencia en el siglo XIX por su destacado papel en la modernización del paisaje, un papel avalado por el profundo estudió que el británico realizó de sus maestros antiguos. “Al competir con los grandes nombres encontró el camino hacia su propia pintura”, comentó Gabrielle Finaldi, director adjunto del museo, durante la presentación de la muestra. En la creación de su propio estilo desempeñaron un notable papel tanto la gran pintura veneciana del siglo XVI (Tiziano) como el paisaje clasicista francés (Claudio de Lorena). Además de esas tradiciones, Turner sumó la influencia del norte, tanto de la escuela holandesa (Rembrandt) como de la flamenca (Rubens).
Obras que no se han visto ni en París ni en Londres
Una de las novedades de la muestra es que la pinacoteca madrileña presenta en exclusiva cuadros como Naufragio de un carguero, Tormenta de nieve: Aníbal y su ejército cruzando los Alpes, Paz-Entierro en el mar o Sombra y oscuridad, obras maestras de Turner que no se han visto ni en París ni en Londres. “Turner nunca tuvo la oportunidad de visitar España y esta es una oportunidad única para que lo haga”, expresó Gabrielle Finaldi,
Pero la exposición no sólo analiza el papel de Turner en la historia del arte universal; es también una oportunidad para valorar el papel destacado de artistas como Rubens, Canaletto o Rembrandt, maestros en cuya técnica pictórica se especializó el británico.
Por primera vez en España, el visitante podrá apreciar Muchacha en la ventana de Rembrandt y Les plaisirs du bal de Watteau, ambas procedentes de la Dulwich Picture Gallery en Londres. Claudio de Lorena y Rubens también están presentes en la muestra con los lienzos Puerto con el embarque de santa Úrsula y Paisaje con una carreta al atardecer. También se expone de manera única en el Prado Un barco inglés en un temporal tratando de ganar barlovento, del pintor holandés del siglo XVII Willem van de Velde el joven.
Horario excepcional
La exposición abrirá dos horas más de martes a sábado durante los meses de julio y agpsto, tal y como ocurrió con la muestra de Joaquín Sorolla el pasado año. Por lo tanto, “Turner y los maestros” podrá visitarse en esos meses en horario ininterrumpido de 9 a 22 horas (último pase de acceso a las 21 horas), de martes a sábado. Los domingos se mantendrá el horario habitual, de 9 a 20h.
El Prado ha establecido un régimen de acceso especial para garantizar el mantenimiento de un nivel de aforo regular durante el horario de apertura de la exposición. Así, todas las entradas se expedirán con hora de acceso establecida, por lo cual la pinacoteca recomienda su compra anticipada. El museo pone a disposición su página web (www.museodelprado.es), así como el número de teléfono 902 10 70 77 para adquirir las entradas.