El coreógrafo y bailarín Nacho Duato anunció hoy en Moscú que asume la dirección artística del ballet del teatro Mijáilovski de San Petersburgo después de 20 años al frente de la Compañía Nacional de Danza (CND), y aseguró que nunca más hará un ballet para una compañía española. «A partir de enero empezaré como director artístico de la compañía de ballet del Mijáilovski Teatre, con muchísima ilusión, con muchísimas ganas, con la misma energía con la que comencé a
dirigir la Compañía Nacional de Danza hace 20 años», declaró Duato en una conferencia de prensa al desvelar su futuro profesional.
Dijo sentirse «muy querido por el público español», pero aseguró que no volverá a crear una coreografía para un teatro de España. «Una cosa segura la tengo: a España no voy a volver a hacer ninguna coreografía. Iré de vacaciones, a ver a mi familia, a beber vino, con la compañía del Mijáilovski a bailar, pero crear un ballet para una compañía de España no lo voy a hacer nunca más», sentenció.
El contrato que vincula al artista valenciano con el teatro de San Petersburgo ha sido firmado por cinco años, aunque el director general del Mijáilovski, Mijaíl Kejman, aseguró que en realidad el acuerdo es indefinido y afirmó que Duato «trabajará el tiempo que quiera».
«No sé cómo agradecerle a Mr.Kejman este regalo, la confianza y el apoyo durante estos meses que hemos estado hablando», declaró el coreógrafo. Será la primera vez en más de cien años, desde la renuncia del maestro francés Marius Petipa que una compañía de ballet rusa esté dirigida por un extranjero.
«Es un proyecto increíble, impresionante, que voy a tomar con muchísima seriedad y en el que voy a poner todas mis energías y todo mi amor. Por supuesto que voy a echar de menos a mi país», dijo Duato. El coreógrafo, quien comenzó su andadura en la CND con una gira en Moscú hace veinte años y que precisamente es en la capital rusa donde se despide de esta compañía, recordó que en sus inicios estuvo trabajando en el extranjero.
«El destino ha querido que vuelva, en cierto modo y entre comillas, a exiliarme, y no hay ningún sitio mejor para mí como coreógrafo que en San Petersburgo», dijo el bailarín.