«Julieta Jones, la exitosa tira de prensa norteamericana elaborada por Elliot Caplin y Stan Drake en los años cincuenta del siglo XX, vuelve a la actualidad con un tomo recopilatorio que reúne las primeras aventuras de las hermanas Jones, historias con sabor «vintage» que fueron referentes de una generación.
Julieta Jones estableció el modelo de perfecta chica estadounidense de los años cincuenta. Modesta, sensible y bondadosa, la morena Julieta -que cuida de su padre y de su alocada hermana Eva combinando empleos a tiempo parcial con las tareas de la casa- tiene siempre la razón de su lado y el buen juicio por bandera.
Del otro lado está Eva, la hermana pequeña, rubia, alocada, coqueta y voluble; causante de la mayoría de problemas que debe superar la familia Jones.
Este tebeo clásico, que ahora recupera Panini Cómics en el libro «Julieta Jones» -el primero de los dos tomos que recopilarán esta mítica tira- supuso una rareza dentro del tebeo melodramático romántico que triunfó a mediados del siglo pasado, especialmente entre el público femenino.
La gran calidad del dibujo, elaborado por Stan Drake, que sigue un estilo realista muy elaborado, influenciado por la publicidad de la época y la fotografía; y la modernidad del diálogo de Elliot Caplin, dotan a la historia de profundidad y una visión moderna que la aleja de las narraciones más moralistas de la época.
La temática, que sigue el prototipo instaurado por el cómic «Mary Worth, creado por Van Ernst y Allen Saunders en 1940 del que fueron competidores, incluye un punto más naturalista y costumbrista en sus historias, ambientadas en la pequeña localidad de Devon.
El amor no correspondido que sufre el joven hijo del banquero local por Julieta, el deseo de Eva de ir a la universidad y vivir la vida, los problemas económicos y la inserción de las jóvenes en el mercado laboral son algunos de los temas que se tratan en la narración.
En todas las historias, que se van sucediendo de forma lógica y sin apenas cortes en el tiempo, la tensión dramática se logra mediante el protagonismo de las dos hermanas y su distinta manera de encarar el mundo.
Son las voces femeninas las que llevan el peso de una trama en la que los hombres aparecen como seres susceptibles a ser manejados por los encantos femeninos; unas voces que además van evolucionando a un punto intermedio desde el extremo de la razón, Julieta, y del corazón, Eva.
Entre estas dos fuerzas se sitúa la figura del padre, un bonachón trabajador cuya prioridad son sus hijas y que tiene en Julieta a su aliada y en Eva a su pasión. Los personajes secundarios, que cobran protagonismo en pequeñas historias y después pasan a permanecer en tercer plano durante toda la narración, aportan riqueza a la trama y conforman toda una red de arquetipos sociales.
El médico malhumorado que se enamora de la diva de Hollywood, la actriz que renuncia al estrellato por la felicidad del hogar y el matrimonio, el ambicioso comercial dispuesto a destruir una amistad y una familia por conseguir hacerse con el control de una empresa o el vendedor «maniático» y obsesionado con el trabajo, son sólo algunos de los seres que pueblan el universo de «Julieta Jones».
Un universo que tiene en sus imágenes otro de los puntos fuertes.
Viñetas en blanco y negro, muy elaboradas y cargadas del «glamour» de los dorados años cincuenta, que recuerdan a las películas de Doris Day y las imágenes del sueño americano.
Drake elaboraba los dibujos a mano con rotuladores negros de punta fina, un trabajo enormemente laborioso que hacía, según manifestó, porque «no sabía hacerlo de otra forma». El resultado, un entretenido placer para la vista.