Para Matisse, el grabado y el dibujo no eran un medio para difundir su obra, «sino un espacio de creación íntima, una idea que demuestran las piezas de la exposición, entre las que figuran dos autorretratos y un retrato de sus tres nietos, ha explicado hoy a los medios la comisaria de la muestra, Martine Soria.
«Siempre he considerado el dibujo no como un ejercicio de especial habilidad, sino, sobre todo, como un medio para expresar sentimientos íntimos y describir estados de ánimo, dijo el propio pintor en 1939.
La exposición ofrece a través de cuarenta obras (seleccionadas de entre los ochocientos grabados que hizo durante toda su vida) un recorrido por la obra de Matisse en esta técnica, ya que muestra el primer grabado que hizo «Henri Mattisse gravant» (1900-1903) y también la última «Trois têtes. A l’amitié» (1951-1952), que es precisamente el retrato de sus nietos.
También destaca el grabado titulado «Primavera» (1938), de líneas limpias y suaves, y que es tal vez el más destacado de la colección, aunque la comisaria se ha mostrado incapaz de citar su obra favorita porque «todos los periodos de Matisse son interesantes porque llevan a una evolución».
Además de un recorrido por la vida de Matisse, la muestra también recoge la variedad de técnicas que usó el pintor galo. La exposición recoge seis: la punta seca, que es la que más se aproxima al dibujo con pluma; el aguafuerte, que «permite matices, aportando grises, medios tonos»; el grabado en madera; el linograbado; el aguatinta y la litografía, ha explicado.
Los grabados que pueden verse en Bilbao reflejan el interés de Matisse por la figura humana en detrimento de la naturaleza muerta, ya que todos muestran desnudos, personajes vestidos y retratos.
Con relación a este último grupo, la comisaria ha explicado que el pintor francés «sabía hacer un retrato con parecido, pero que para él «era necesario ir más allá, prescindir de cierto academicismo y penetrar en su modelo para intentar plasmar su interioridad, forjar su expresión».
Matisse, considerado junto a Picasso el artista del siglo XX que jugó un papel primordial en la evolución plástica, realizó grabados durante toda su trayectoria artística en la que persiguió «un arte de equilibrio, de pureza, de tranquilidad, según las propias palabras del artista.
Por su parte, el director de la Fundación BBK, Gorka Martínez, ha afirmado que para la fundación es «un lujo» poder exponer estos cuarenta grabados de Matisse, propiedad de su familia, y ha destacado que la muestra es la primera que acoge la sala de exposiciones de la fundación tras su inauguración la pasada primavera.