El célebre Aston Martin que conducía un James Bond interpretado por el actor escocés Sean Connery en las películas ‘Goldfinger’ (1964) y ‘Thunderball’ (1965) quedó expuesto desde hoy en la sede de Sotheby’s en Nueva York, desde donde viajará próximamente a Londres para ser subastado en octubre.
«Soy un gran amante de las películas de James Bond y tengo este vehículo desde 1969, pero he decidido venderlo para recaudar fondos para mi fundación benéfica, dijo a Efe el actual propietario del automóvil, Jerry Lee, un reconocido filántropo estadounidense que adquirió el vehículo hace más de cuatro décadas por 12.000 dólares.
Ahora Lee quiere venderlo y para ello ha recurrido a RM Auctions, que organizará la puja en colaboración con Sotheby’s en Londres el próximo 27 de octubre, aunque antes los amantes neoyorquinos de James Bond disponen hasta el viernes para disfrutar de una auténtica joya para los cinéfilos y amantes del mundo del motor.
Se trata de una de las raras veces que la pieza se expone en público y de la primera vez que el famoso Aston Martin sale a subasta. Los responsables de RM Auctions y Sotheby’s, que se refieren al vehículo como «el automóvil más famoso del mundo, esperan que el coche se haga el próximo mes en Londres además con el título del «más caro de la historia del cine, ya que se prevé que se venda por más de cinco millones de dólares.
El dinero que se recaude finalmente irá a parar a manos de la Fundación Jerry Lee, explicó el propietario, un reconocido filántropo estadounidense cuyas acciones benéficas quieren reducir el índice de criminalidad que registran algunas ciudades en este país a través de medidas que luchan contra la pobreza.
Lee detalló que compró el vehículo directamente a los estudios que filmaron las películas, después de un cúmulo de casualidades que lo llevaron a adquirir finalmente el preciado recuerdo pese a que en un principio se le había ofrecido una copia publicitaria del mismo.
Desde entonces ha sido su único dueño, un título que estaba dispuesto a seguir ostentando hasta que alguien le comentó el elevado valor que podría conseguir el vehículo en una subasta y vio que era una buena manera de ayudar a los demás.
«Me gustaría verlo expuesto en un museo, pero ahora mismo me decantaré por la puja más alta, la que dé más dinero para el bien de mi fundación, añadió Lee, un empedernido seguidor de las aventuras del agente secreto más famoso de la historia del cine y que creó en 1953 el escritor británico Ian Fleming.
El vehículo es uno de los dos Aston Martin DB5 que se utilizaron para rodar «Goldfinger» y «Thunderball, y el único cuyo paradero se conoce después de que el otro automóvil fue robado en Florida (EE.UU.) en 1997 y jamás se haya sabido más de él.
«Se le ha llamado el coche más famoso del mundo, pero yo creo que va más allá. Es un icono de la cultura popular: un emblema de la era de los medios y una reliquia de la Guerra Fría, explicó a Efe el experto automovilístico de RM Auctions, Don Ross.
El experto destacó además el buen estado del vehículo, que cuenta con poco más de 48.000 kilómetros en el cuentakilómetros y está preparado para pisar la carretera si su nuevo dueño lo desea.
Lo complicado, según Ross, sería conducir con los numerosos utensilios que incluye el vehículo, desde metralletas en los indicadores delanteros, una pantalla de radar en el salpicadero o un botón para propulsar el asiento del conductor, hasta matrículas reversibles.
Tras ser expuesto en la sede neoyorquina de Sotheby’s hasta el viernes, el vehículo será llevado a Londres, donde será el protagonista quizás más famoso de la subasta «Automóviles de Londres, que se celebrará en el centro de convenciones Battersea Evolution de la capital británica.