El actor francés Vincent Cassel recibió este sábado en el premio honorífico del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges en reconocimiento a su trabajo tanto dentro como fuera del género.
Cassel presentó además en Sitges su última película, Notre jour viendra, de Romain Gavras, que protagoniza junto con el también actor francés Olivier Barhelemy.
En el filme, Cassel da vida al personaje de Patrick, un psicoanalista, manipulador y sociópata, que acompaña en una especie de ‘road movie’ real y conceptual a Rémy, un joven con claros problemas de integración social y familiar. Ambos tienen en común ser pelirrojos en una sociedad que ellos creen los discrimina por el color de su pelo.
El actor francés, productor además de la película, se ha convertido en los últimos tiempos en avalador de una nueva generación de directores franceses en la que figuran Gavras o Kim Chapiron.
«Todo se originó hace 15 años, cuando conocí a Romain Gavras y a Chapiron, un grupo de directores que tenían 14 años -yo tenía 28- que se dedicaban a hacer cortos en las afueras de París, y de hecho ‘Notre jour reviendra’ comenzó como un cortometraje en el que había 135 personas involucradas, y que fue creciendo hasta la película actual», dijo Cassel.
Acepta el director, hijo del mítico cineasta griego Constantin Costa-Gavras, que «Notre jour reviendra» es una metáfora sobre los problemas sociales que implica la diferencia, el ser diferente: «Aunque no me gusta la palabra metáfora, sí que es cierto que es una película sobre el hecho de ser diferente, y eso me sirve para hablar de lo absurdo de algunas actitudes», comenta Gavras.
Rodaje finalizado en España
La Irlanda a la que quieren huir como si fuera el paraíso de los pelirrojos es, en palabras del realizador, «la tierra prometida, pero en realidad esa tierra prometida no existe». Gavras, que es autor de varios videoclips del dúo tecno Justice y de la cantante de rap M.I.A., no quería precisamente esa estética de videoclip para su película y, «por esa razón, los planos son fijos, sobrios y con poco movimiento de cámara».
En relación al final, con los dos protagonistas montados en un globo a la deriva, el director ha dicho que «era el mejor símbolo de un viaje a ninguna parte, con lo que se quiere explicar que se trata de una búsqueda imposible».
Poco consciente de haber hecho muchas películas del género fantástico, Vincent Cassel deja claro que lo único que le interesa cuando decide hacer un proyecto es que «el guión sea atractivo, independientemente del género».
Cassel, que ha acabado una película rodada en España, El monje, de Dominik Moll, que se presentará en Cannes, está escribiendo el guión de otra película con Kim Chapiron, «una comedia romántica ambientada en Río de Janeiro que interpretaré junto a mi esposa», Monica Bellucci.
Tras esta primera película, Gavras ya está preparando el que será su segundo largometraje, «una película de acción con Bruce Willis»: «He vendido mi alma al diablo porque Vincent Cassel no me pagaba suficiente, pero espero ponerme con otro proyecto personal en breve», ha bromeado.
Cassel, que ha trabajado en algunos proyectos norteamericanos, considera que «para los europeos, entrar en el mercado estadounidense es duro». Al respecto, cree que «Notre jour reviendra» «no es la película más adecuada para entrar en el mercado americano, pero afortunadamente en Europa podemos trabajar con mayor libertad».
El protagonista de El odio piensa que «quizá Buñuel no podría trabajar hoy en EEUU, mientras que en Europa tendría un margen de libertad para hacer sus obras».