Varias organizaciones judías han creado y puesto este martes a disposición del público un inmenso archivo digital con más de 20.000 obras de arte incautadas por los nazis, entre las que se encuentran decenas de piezas de Picasso y Goya, entre otros muchos.
Con la elaboración de esta base de datos, las organizaciones judías pretenden facilitar el regreso a los propietarios originales de las obras robadas por los nazis en Francia y Bélgica durante la II Guerra Mundial, entre 1940 y 1945.
Detrás de este trabajo, que se puede visitar en la web ‘www.errproject.org/jeudepaume’, se encuentran el Museo estadounidense del Holocausto, situado en Washington, y la «Conferencia sobre reclamos materiales judíos contra Alemania», con sede en Nueva York.
Hasta ahora existían varios listados, entre ellos el ubicado en los Archivos Nacionales de EE.UU. y en los Archivos Alemanes, pero no había una única base de datos con el nombre y descripción de los objetos robados, y algunos de ellos incluso con fotografías.
Para su trabajo, estas organizaciones contaron con la ayuda del propio régimen nazi, que dejó como herencia un exhaustivo listado de las obras incautadas por la Einsatzstab Reichsleiter Rosenberg, la unidad militar del Tercer Reich dedicada a esta labor.
De hecho, la identificación de las obras fue posible gracias a los documentos que los nazis procesaron en Jeu de Paume, el edificio ubicado en los Jardines de las Tullerías, en París, donde se almacenaban las obras antes de ser vendidas o repartidas entre los altos oficiales del Reich, según explican las organizaciones en su página web.
El listado «on-line», al que se puede acceder desde hoy, contiene las obras que fueron arrebatadas a los judíos, entre ellos piezas de Vermeer, Rembrandt y Leonardo.
También se incluye un registro con más de 80 piezas de Picasso, una veintena de Goya, varios de Miró y uno de Dalí.
No obstante, las organizaciones explican que este listado incluye solo una pequeña parte de los cerca de 650.000 trabajos que fueron robados a las familias, a galeristas y a coleccionistas judíos tras la invasión de Francia.
Muchas de las obras han podido ser devueltas, pero «miles de ellas siguen desaparecidas», explican las organizaciones.
En declaraciones a la cadena BBC, el presidente de la Conferencia, Julius Berman, dijo que «ahora es responsabilidad de los museos, de las galerías, y de las casas de subasta el comprobar las piezas que poseen para determinar si se trata de arte robado a las víctimas del Holocausto».