Halloween viene a ser, año tras año, la constatación de la cada vez mayor invasión de las tradiciones estadounidenses al otro lado del Atlántico, lo que motiva a las editoriales a esmerarse en presentar propuestas diabólicas con las que pasar una temible noche de brujas.
Para entrar en ambiente, nada mejor que la enlutada colección de Ediciones Cúpula sobre los inéditos Diarios de un Vampiro y Los diarios del diablo, firmados por el mismísimo Nicolás D. Satan, o su propuesta de 666 formas diabólicas de triunfar en el trabajo, que se aprenden tras realizar el curso Satancorp y que cualifica para practicar los principios de gula, lujuria, ira o soberbia.
El castillo del miedo (SM), un libro que contiene un cuento y un castillo desplegable con más de cincuenta objetos escondidos que los niños pueden buscar, ayudará a los pequeños a iniciarse el próximo domingo por la noche en las artes de la brujería.
Pero no es la única propuesta de SM para combatir Halloween, ya que, dentro de su colección Pictogramas, Cosas de Brujas habla de la bruja Margarita, que nunca consigue hacer una maldad, y Un vampiro en el polo de la tristeza del vampiro Ramiro porque no tiene amigos.
Clásicos con pop-up
Sonidos de miedo, Pequeños monstruos o La casa de los horrores de Pablo Diablo son otros títulos de la editorial alusivos a esta tradición anglosajona del «truco o trato», así como la trilogía del Detective esqueleto, Frankenstein o clásicos como Drácula con llamativos pop-up.
Espasa acaba de publicar, coincidiendo con el «boom» de Halloween, una adaptación del clásico de Oscar Wilde El fantasma de Canterville y otros cuentos, en el que una familia americana, los Otis, consiguen descifrar el misterio del espíritu que habita la mansión inglesa a la que van a vivir.
Otras obras de terror y misterio de Espasa para acompañar al elenco de monstruos, momias y fantasmas que poblará la noche del domingo, víspera del Día de Todos los Santos, son Hermosas criaturas, de Margaret Stohl y Kami García; Descansa en paz, de John Ajvide, la reedición de los Cuentos de Edgard Allan Poe o Tres cuentos de terror, de Jordi Sierra i Fabra.
Mcmillan, dentro de su colección Librosaurio, pone en circulación El miedo de Mo, una brujita que tiene horribles pesadillas; la colección Entresombras de Roberto Aliaga, centrada en el mundo de ultratumba; Pájaro veneciano, en la que se narra un asesinato en una Venecia tomada por las máscaras; o Mi profe es un vampiro, en el que Stephanie ha de demostrar que es un auténtico vampiro.
Bruño se adentra en el mundo de las calaveras y las calabazas con la segunda parte de Skeleton Creek, El fantasma de la draga, de Patrick Carman, publica la nueva colección del inglés Kes Gray Niñera de monstruos y un libro de gran formato e impactantes imágenes que recopila toda la historia de las criaturas de la noche: los vampiros.
Caníbales, monstruos y ‘normis’
DosPassos hace su apuesta con La casa del torreón, de Isabel del Río, en el que la joven Marian aparece, tras una caída, en una nueva realidad, un mundo en el que sus protagonistas son unas extrañas criaturas caníbales, mientras que Alfaguara pone en circulación Monster High, el único instituto, en el que se acaba de matricular Frankie Stein y en el que conviven en aparente normalidad monstruos y «normis».
Las nuevas aventuras de Una pandilla bestial con S.O.S. ¡El cazador contraataca¡ y El último vampiro son los títulos de Montena relacionados con el tema, con Ulf, el niño-lobo, como uno de los protagonistas principales.
Y por si toda esta literatura diabólica resulta insuficiente, Pirueta hace su contribución a la causa con las Crónicas del vampiro Valentín, de Álvaro Magalhaes, y los títulos Unos vampiros nada corrientes y El amor hace daño, Valentín; quien este Halloween se quede sin pasar miedo, no será porque las editoriales no lo hayan intentado.