Con un concierto intenso y con sus habituales movimientos de cadera al límite de lo imposible, la colombiana Shakira deslumbró este jueves a las 45.000 personas reunidas en el Estadio Nacional de Santiago, en el marco del espectáculo musical itinerante conocido como «The Pop Festival».
Concebido como una gran fiesta del pop que recorrerá América Latina con la colombiana como directora de orquesta, el festival ratificó este jueves varios de sus principales objetivos: reconfirmar la imagen de Shakira como artista global, reunir sobre el escenario a músicos muy diversos y crear un espectáculo para toda las edades.
Con estas premisas, mucha gente joven, y sobre todo familias al completo, no quisieron perderse la parada del festival en Chile y coparon el Estadio Nacional desde tempranas horas de la tarde para escuchar a la colombiana, y también a músicos como el argentino Vicentico y el jamaicano Ziggy Marley.
Y la barranquillera no defraudó. Vestida con un traje rosa al más puro estilo de Caperucita, Shakira saltó al Estadio Nacional interpretando Pienso en ti, y atravesando el público a través de un pequeño pasillo de seguridad que la llevó hasta el escenario, mientras interactuaba y se contagiaba de la energía del respetable.
Un atuendo que duró poco, pues ya con los primeros acordes de las potentes Años luz y Te dejo Madrid, la caribeña lucía una malla negra ceñidísima y una blusa dorada muy brillante. «Estoy feliz de estar otra vez en Chile. Este es un país muy especial para mí. Aquí comencé mi carrera de alguna manera», fueron sus primeras palabras.
Viña del Mar
Y es que con 60 millones de discos vendidos en todo el mundo, y con varios Grammys en su haber, cuesta imaginar a la adolescente que visitó Chile por primera vez en 1993, para participar en el reconocido Festival de la canción de Viña del Mar. «Mi único deseo esta noche es complacerles. Que se lo pasen bien. Ya saben Santiago de Chile esta noche soy toda suya», gritó la colombiana, y el público le correspondió con un rugido y miles de flashes.
Destilando sensualidad de pies a cabeza y en cada movimiento, la estrella latina del pop repasó clásicos como Si te vas, Inevitable o Suerte. Tema este último con el que se hizo acompañar para bailar por cuatro afortunadas admiradoras del público. «Tengo una idea solo para mujeres. ¿Quién quiere subir al escenario», invitó Shakira, entre el griterío del auditorio. Y ya con sus improvisadas compañeras junto a ella, añadió: «Esto es súper simple, hagan lo que yo haga».
Y, por supuesto, fue imposible. Las cuatro jóvenes solo pudieron observar los quiebres de caderas, el zigzagueo de cuerpo entero y los gestos sensuales de la Loba.
Cambio de vestuario
Tras una pausa y el cambio de vestuario respectivo, Shakira se abalanzó sobre el pasillo del escenario para moverse al ritmo cadencioso de la guitarra española y flamenco de «Gitana», para después aumentar la intensidad con La tortura y otro clásico que hizo vibrar al Estadio Nacional, Ciega, sordomuda.
Ya descalza, la caribeña bailó al compás del reguetón de «Gordita», y cantó acompañada de la imagen reflejaba sobre la pantalla central de Residente, interprete del dúo puertorriqueño Calle 13. Con «Loca» y «Loba» logró hacer aullar a los asistentes al Pop Festival antes de que «Ojo así» sellara el primer final.
Al grito de «diva, diva», la colombiana volvió al escenario para cerrar sus dos horas de pop-rock, merengue y ritmos orientales al compás de «Hip’s Don’t lie» (Las caderas no mienten) y, finalmente, del éxito mundial «Waka Waka», himno del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010.
Javier M. Uzcátegui/Efe