El diseñador británico John Galliano, que el próximo 12 de mayo sabrá cuándo va a tener que responder ante la Justicia francesa de las dos denuncias por injurias racistas que pesan sobre él, se enfrenta a ese proceso con un nuevo abogado.
Su antiguo letrado, Stéphane Zerbib, encargado de su caso desde mediados de febrero, confirmó este martes a EFE que hace «semanas» que dejó de estar al frente de la defensa, que ha sido confiada a Aurélien Hamelle, pero «por razones de secreto profesional» se negó a precisar la fecha y los motivos del cambio.
La Fiscalía de París acusa a Galliano de «injurias públicas contra particulares por su origen, pertenencia o no pertenencia a una religión, raza o etnia, proferidas contra tres víctimas identificadas», cargos por los que podría ser condenado hasta a seis meses de cárcel y a pagar una multa de 22.500 euros (33.330 dólares).
El 24 de febrero una pareja le había denunciado por insultos antisemitas y racistas en la terraza del bar La Perle, en el barrio parisino del Marais.
En aquella ocasión, Galliano fue detenido, se le realizó una prueba de alcoholemia en comisaría, dio positivo con una tasa de 1,01 miligramos, y se le dejó en libertad unas horas después por orden de la Fiscalía.
A esa primera denuncia se unió pronto una segunda, de una mujer que dijo haber sido agredida de manera similar el pasado octubre en ese mismo bar de la capital gala, próximo al domicilio del diseñador.
La firma Christian Dior, que en un principio suspendió a Galliano de sus funciones como director artístico, inició los trámites de su despido al día siguiente de que el diario británico «The Sun» divulgase por internet un vídeo en el que el modisto, totalmente ebrio, decía «adorar a Hitler» y elogiaba sus prácticas nazis.
Un mes y medio después Galliano, de 50 años, fue despedido además de la compañía que lleva su propio nombre, después de que así lo decidiera el Consejo de Administración de la firma, controlada al 91 por ciento por Christian Dior.
Redacción