Acabaron las fiestas nocturnas y los malos hábitos, la modelo ha cambiado, ahora su must es disfrutar de su hija en la playa, aunque con un gran ausente su recién estrenado marido que por motivos profesionales no ha podido acompañarles.
Pero a Kate Moss no le ha hecho falta mucho para divertirse, porque no solo ha ejercido de madraza con su hija Lila Grace y los hijos de unos amigos, tal y como se puede apreciar en la imagen, sino que además se subió a un barco para dar un paseito playero y ‘desmelenarse’.
Eso sí, durante su paseito por la arena, la modelo paseo palmito bajo un vestido de palabra de honor en verde oliva con flequitos en el escotes y unos pendientes que potenciaban más si cabe su rostro, sin un ápice de maquillaje, gafas de sol ocuras y un bolso playero tamaño XXL. Un mix perfecto.
Una vez en alta mar, la modelo se deshizo de toda su ropa, exceptuando la bragita del bikini, para disfrutar de un relajado baño, con saltos acrobáticos incluidos, donde una vez más hemos podido comprobar que Moss tiene un cuerpo de escándalo. Con musas así Galiano necesita pocas cosas más.
Posiblemente este sea el último parón del verano para la modelo, que disfrutó hace unos días de su luna de miel en Australia, junto a su ya marido Jamie Hince.
Estrella Digital / Europa Press