Supongo que el Ministerio de Cultura, de quien depende el Teatro de La Zarzuela desconocía la decisión de convocar elecciones generales en otoño, ya que la iniciativa del Presidente del Gobierno va a coincidir con la toma de posesión de un nuevo director, lo cual, en principio, no resulta muy confortable. Se llama Paolo Pinamonti y es italiano. Veneciano para ser más concreta.
En octubre, el que ha sido director durante los últimos años: Luis Olmos, abandonará su cargo una vez organizada la nueva temporada. En estas condiciones, cualquier buen deseo hacia el futuro director sobre una larga y fructífera estancia en el cargo puede ser mal interpretada, así que me abstendré de ello y únicamente señalaré que el señor Pinamonti llega al teatro de la calle Jovellanos de Madrid, con una experiencia desarrollada en el teatro de La Fenice de su ciudad natal, el teatro San Carlos de Lisboa y el Festival Mozart en La Coruña.
Si el nuevo director tiene experiencia o no en la zarzuela como género musical y dramático genuinamente español lo desconozco. Pero las circunstancias de su nombramiento le pueden servir de mucho.
De esta forma los dos principales teatros líricos de Madrid: el Real y la Zarzuela quedan en manos de un director belga y otro italiano respectivamente, como una muestra más de nuestra inquebrantable vocación europeísta.
Al señor Pinamonti le han dejado hecha la programación de la próxima temporada, por lo cual habrá que esperar, si ello se produce, a la temporada 2012-2013 para poder enjuiciar su labor dentro de unos limitados márgenes presupuestarios que es como últimamente se maneja el teatro y que no tiene pinta de cambiar.
En la temporada próxima están programadas cinco zarzuelas. Dos de ellas en programa doble: El trust de los tenorios del maestro Serrano y libreto de Arniches y García Álvarez y El puñao de rosas de Ruperto Chapí con Arniches y Asensio. Con ellas se iniciará la temporada que tendrá su continuidad con un clásico de las Navidades: Los sobrinos del Capitán Grant.
Una nueva producción de El gato montés de Federico Moreno-Torroba, en esta ocasión con dirección escénica de José Carlos Plaza, dará paso a una reposición: La Chulapona con dirección de Gerardo Malla.
Dos óperas: Grâce à mes yeux y Geblendet así como el habitual ciclo de recitales forman la base de una interesante temporada que se completará con Conciertos, Ballet, Giras y Ciclos de Conferencias que ya iré comentando.
Solo cabe desear suerte para todos, en especial a ustedes queridos lectores.