La actriz Kate Winslet se ha convertido en la reina de Venecia en estos primeros días de la 68 edición del Festival de Cine, no sólo por su belleza, si no por su omnipresencia, con tres trabajos en la programación oficial.
Winslet llegó este jueves para presentar «Un dios salvaje» de Roman Polanski. Y aunque tenía la fuerte competencia de Madonna, que estrenaba su segunda película como directora, la británica se llevó de calle a la crítica por su excelente interpretación y al público por su sonrisa. Y por su elegancia.
Si por la mañana llevaba un minivestido negro acompañado de una chaqueta desestructurada en gris, por la noche, con un recogido alto, deslumbró con un vestido superceñido, más corto de lo habitual para estos eventos, color verde amarronado y gran escote.
La protagonista de «Titanic» volvió este vierens a la sala de prensa para presentar la miniserie televisiva «Mildred Pierce» y volvió de nuevo a concitar todas las simpatías.
Con un traje pantalón (corto) y camiseta negra, Winslet estaba de nuevo perfecta en directo y en la serie que presentaba.
Y eso que volvía a tener competencia, la de la italiana Monica Bellucci, también impresionante y con un conjunto similar al de la británica. Traje pantalón (esta vez largo) negro y camiseta blanca.
Pero de nuevo salió victoriosa de un duelo en el que tenía las de ganar. Sus trabajos han sido mucho mejor recibidos que la película que presentaba la italiana, «Un été brûlant».
Por si aún no hubiera bastante de Winslet, mañana regresará con «Contagion» de Steven Sodebergh, fuera de concurso, pero que también le permitirá pisar la alfombra roja.
Estrella Digital/Efe