David Otero, componente de ‘El Canto del Loco’ y apodado ‘El Pescao’ para su carrera por libre, se ha zambullido en un mar de ovaciones en el cierre del festival MTV Beach esta noche en Madrid, gracias un show bien medido, digno de una gira en solitario.
Nadando entre el pop rock melódico y el reggae, este madrileño ha ejecutado un repertorio con el que se ha metido en el bolsillo a los asistentes, a lo que ha ayudado en buena medida la gran producción que llevaba detrás, con paneles gigantes y cierta escenografía, que ha hecho palidecer a la puesta en escena del resto de bandas.
‘No Way Out’ y ‘Miss Cafeina’
De abrir el grifo se han encargado los barceloneses ‘No Way Out’, que con su estilo entre el hard rock melódico a lo Blink 182 -salvando las distancias- y lo que se podría denominar como punk pop, han lidiado con el difícil público del MTV Beach, más pendiente de tomar un trago y estar de charla que de centrarse en la música.
Los esfuerzos de la banda por captar la atención de los asistentes han dado algunos frutos en temas como Ven a celebrarlo, Efectos secundarios o Colisión inminente, que han formado parte de un repertorio en el que incluso el grupo catalán se ha atrevido con un tema en inglés, rememorando sus inicios.
Con el público más o menos animado, ha entrado en escena ‘Miss Caffeina’ que, esta vez sí, ha gozado de una gran acogida, con ese pop rock de carácter indie que caracteriza a la banda y que ha incrementado notablemente el caudal de emoción y entrega de los espectadores.
Y es que ‘Miss Caffeina’ es una de las sensaciones musicales del momento, lo que ha quedado patente con el buen recibimiento de temas como Ley de gravitación universal, Ley de imposibilidad del fenómeno, Lisboa o Capitán.
En esta última canción, la gente ya se ha atrevido a seguir las letras y todas las indicaciones del líder de la banda, Alberto Jiménez, quien por momentos ha controlado la voluntad de los presentes, en un magnífico directo que justifica el éxito de esta formación.
Asimismo, el grupo ha osado versionar el Que sabe nadie de Raphael, con originalidad y soltura, y han cerrado su recital con Mi rutina preferida y Cabaret, tras cerca de cuarenta minutos de actuación.
La actuación de ‘El Pescao’
Pero la presa se ha desbordado definitivamente con ‘El Pescao’, el artista más esperado de la noche, que con esa gran producción que le ha arropado, lo ha tenido fácil para zambullirse en las aclamaciones de sus seguidores.
Vídeos ideados exclusivamente para cada tema han dado ambiente a un concierto donde su protagonista, siempre con el pop rock como vehículo principal, ha acariciado el reggae, el folk -de forma muy diluida, eso sí- y se ha permitido algún arranque ska.
Ramón, uno de los temas más cercanos al estilo que Otero cultivó en ‘El Canto del Loco’, ha iniciado el espectáculo, para después desmarcarse de su banda matriz con las pinceladas reggae de La luna va y viene.
El ritmo ha aumentado con Te pido perdón, en un show donde Otero ha mostrado una clara veteranía en el arte de mover al público a su antojo, con sentencias bien estudiadas y peticiones de aplausos, gritos y saltos en los momentos más pertinentes. El show ha proseguido con el hit Castillo de arena, muy celebrado por la masa, a la que Otero ha invitado a invocar a ‘la energía positiva’ en un tema como Cada día.
Con iconos del terror y la serie B como Thor Johnson y Vincent Price de fondo, e incluso imágenes de un filme tan casposo como Mazinger: el robot de las estrellas, el artista ha interpretado Historia de terror, cuyo desenlace beat y discotequero ha sacudido a los espectadores.
Después, el artista se ha ganado el favor del público saltando de la electrónica al reggae con la canción ‘El Pescao’, un peculiar ejercicio no exento de cierta egolatría, con el que Otero ha ordenado bailar diferentes estilos de música a los asistentes.
La sorpresa de la noche ha llegado cuando el cantante ha cedido durante varios minutos su puesto al batería del grupo, en un curioso experimento, que, de nuevo con todos los músicos en su lugar correspondiente, ha sido continuado por Me da lo mismo y La luz oscura del mar.
El fin de fiesta lo ha marcado Buscando el sol, con un público ya enloquecido, que ha saltado sin parar entre chorros de confeti, manifestando la satisfacción general que ha dejado ‘El Pescao’ con su recital de casi 80 minutos.
Carlos Palencia/Efe