El presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Santiago Moncada, que quiere que la entidad vuelva a ser la que fue hace 30 años y supere con un lavado de imagen la crisis que ha vivido, está convencido de que Eduardo Bautista «no se ha apoderado ni de un céntimo».
Un día después de que se celebrara una tensa reunión de la Asamblea extraordinaria de la SGAE, en la que fue elegida una lista de 15 socios para reformar el sistema electoral, Moncada insiste en una entrevista en que es imprescindible limpiar la imagen de esta sociedad, en la que, reconoce, es evidente que ha habido algún «garbanzo negro».
«Que vuelva a ser la SGAE de hace 30 años, cuando nadie se metía con ella y todo el mundo la consideraba una entidad imprescindible», es lo que desea Moncada, que asumió su puesto a finales de julio en sustitución de José Luis Borau a raíz de la crisis vivida en la entidad por la investigación judicial sobre un supuesto desvío de fondos.
A la espera de lo que dilucide la investigación judicial, dice estar «absolutamente seguro» de que el anterior responsable del consejo de dirección de la SGAE, Eduardo Bautista, imputado en ese procedimiento, «no se ha apoderado ni de un céntimo de la sociedad de autores, no porque haya sido y siga siendo amigo mío sino porque lo considero un hombre absolutamente honesto».
La SGAE, señala, va a intentar disuadir a Bautista de su intención de presentar una demanda por despido improcedente, aunque reconoce que está en su derecho y que esta sociedad no ha recibido ninguna comunicación oficial al respecto.
Sobre la razón por la que no se detectaron los presuntos desvíos de dinero que el juez imputa al ex responsable de la sDae, la filial digital, José Luis Rodríguez Neri, el presidente de la SGAE señala que en esta sociedad hay muchos departamentos independientes.
«En un banco que tiene 18 sucursales porque una sucursal tenga irregularidades el banco no se hunde ni la gente retira el dinero. A nosotros nos ha pasado eso, aquí tenemos muchos departamentos independientes, entre ellos el digital, y en éste ha habido aparentemente una fuga», explica Moncada, para quien de lo que se trata es de «cortar la fuga y la sociedad seguirá su marcha».
Por ello, «paso a paso y poco a poco» desmontarán «todo el tinglado» de Arteria y del Centro de Arte y Tecnología aplicada (CATA), tarea que acometerá la nueva junta directiva que salga de las elecciones de enero con «cierta lentitud» porque, reconoce, no es fácil deshacerse en estos momentos de crisis de 6 o 7 teatros y de 16 empresas.
La entidad mantendrá «las salas que no son un mal negocio», como el teatro Lope de Vega de Madrid, que es muy rentable, y se desprenderá del Paralelo de Barcelona, ya que ocasiona unas pérdidas importantes, o del Lírico que adquirió en México, así como el de Sevilla, que está en construcción y que deberán terminar antes de ponerlo a la venta.
También se preparan para deshacerse de las sociedades mercantiles que posee la SGAE, que ascienden a 16, como les ha pedido la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.
Se trata de una petición justa, en opinión de Moncada, ya que una sociedad de autores «no tiene porque tener tantas sociedades mercantiles».
Según el presidente de la SGAE, durante la crisis que han vivido el Ministerio de Cultura «en ningún momento nos ha amenazado con entrar» en la entidad, sobre la que considera que ya hay suficientes controles por parte de la Administración.
Todas estas tareas tendrán que ser acometidas por la Junta directiva que sea elegida el próximo 16 de enero, con lo que finalizará el proceso iniciado en la Junta extraordinaria celebrada ayer, en la que se decidieron los integrantes del grupo de trabajo que se encargará de la reforma electoral.
Las propuestas de este grupo serán sometidas a una asamblea en noviembre y con el nuevo sistema electoral, que ampliará a todos los socios el derecho al voto, se concurrirá a los comicios.
«No teníamos necesidad de repetir las elecciones, ya que el juez no ha dicho que hayan sido fraudulentas sino que hay una sospecha» pero «para evitar la sombra de una sospecha» se han convocado unos comicios que serán «totalmente libres».
Se trata de conseguir una SGAE «potente, democrática y rigurosa», pese a que en España, sostiene, «hay sectores importantísimos que no quieren que exista la sociedad de autores».
Estrella Digital/Efe