El torero Juan José Padilla, que sufrió una grave cogida en la cara el pasado 7 de octubre en la plaza de toros ‘La Misericordia’ de Zaragoza, ha asegurado, tras ser dado de alta, que «volveré a vestirme de torero» porque es «mi vida, mi profesión», para asegurar que «no le tengo rencor» ni al toro, ni a su trabajo.
«Volveré a la cara del toro porque es mi felicidad y me lo ha dado todo», ha dicho el matador en rueda de prensa en Zaragoza, donde ha comentado que ahora se va a centrar «en recuperarme al cien por cien para la próxima temporada».
Así, ha descartado acudir a las corridas que tenía previstas en noviembre en América y ha señalado que ahora debe trabajar «en seguir recuperando la visión del ojo». Al respecto, el jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, Luis Pablo, ha comentado que en estos doce días la recuperación ha sido «espectacular».
No obstante, ha reconocido que el pronóstico «no es bueno» porque el nervio óptico está afectado, además de sufrir desprendimiento de retina, pero «en medicina, nunca se sabe, y los milagros existen».
Por su parte, la jefe del Servicio de Maxilofacial del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, Esther Saura, ha manifestado que van a hacer «hasta donde se pueda» para que Padilla se recupere, quien ahora necesita «un poco de tiempo físico y mental» para recuperarse.
Al diestro le ha asegurado que «te vas a recuperar porque tienes enorme fortaleza, muchas ganas y eso es muy importante» y el torero ha afirmado que no le importará ver las imágenes de su cogida, que todavía no ha visionado, para apuntar que afronta con «ilusión y honradez» esta nueva etapa de su vida.
No me he derrumbado
El torero jerezano ha agradecido el «apoyo» y «cariño» recibidos, en primer lugar, de su familia, que «está acostumbrada» porque ya ha sufrido «muchos percances y cornadas» y siempre está a su lado en los momentos «difíciles y duros».
En este caso, y ante la gravedad de la cogida, ya que el pitón entró por la mandíbula y salió por el ojo, «no me he derrumbado y he tenido fuerza porque la familia ha estado apoyando». Además, ha contado que ni su mujer ni sus padres le pusieron ningún pero cuando les comentó, tras la cornada, su intención de mantener las corridas previstas en América en noviembre, cuando él todavía no conocía la gravedad de su lesión.
También ha recalcado el apoyo recibido de su «familia del hospital». El matador de toros ha agradecido la «entereza» del equipo del cirujano jefe de la plaza de toros de ‘La Misericordia’ Carlos Val-Carreres y la «magnífica atención» de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y de la planta del Hospital Miguel Servet.
«Entré en una situación delicada y a Dios gracias y por el equipo del hospital he salido adelante», y también por el «cariño» de todos ellos y de «Zaragoza, España y el mundo entero» porque «ha habido muchas muestras de cariño y apoyo, también para mi familia».
El matador ha tenido palabras especiales para todos los toreros que estos días han pasado a verle por el hospital «para desearme suerte», algo que «dice mucho de todos mis compañeros y me da mucha fuerza», ha relatado, para explicar que le han regalado sus cadenas y otros recuerdos.
«Gracias a Dios y a la Virgen del Pilar por echarme un capote en este momento tan preciso», ha subrayado el matador, para volver a agradecer a todos «el apoyo moral en los momentos bajos» y señalar que «espero veros la próxima vez con un vestido de luces en la plaza».
Redacción