Aunque ella insiste en decir que no se considera una ‘sex boom’, está claro que los demás sí que lo hacen. A juzgar por las fotografías que ilustran el reportaje, está claro por qué Esquire la ha elegido como la mujer viva más sexy del mundo.
Desnuda salvo con unas hojas estratégicamente situadas, Rihanna ha argumentado con imágenes por qué ella se ha alzado con un título que han ostentado otras grandes figuras como Jessica Biel, Halle Berry o Scarlett Johansson.
«Después de un concierto no me siento como si hubiera estado muy sexy» comenta ‘RiRi’ a Esquire. E insiste en que ella no piensa a menudo sobre el rol sexy que tiene sobre el escenario.
De hecho, asegura que la mayoría de las veces ella no se propone ser provocativa aunque muchas veces los bailes o el vestuario digan lo contrario, «a menos de que una canción lo pida, como Skin o S&M», dice la cantante.
Rihanna reconoce existe una sección en su vestuario llamada ‘Sexo’, que está destinada a esas partes de sus espectáculos en los que toca ponerse algo más picantona.
Pero está claro que esta artista de brillantes ojos verdes y curvas sinuosas derrocha sensualidad por los cuatro costados.
Estrella Digital/EP