Kristin Davis, más conocida por su papel de Charlotte en la serie ‘Sexo en Nueva York’, ha presentado a su hija adoptiva, a la que ha llamado Gemma Rose. A sus 46 años, le llevó un tiempo decidir las ventajas y los inconvenientes de ser madre por su cuenta. Sin embargo, ahora que tiene a su bebé entre sus brazos, asegura que se trata del «sentimiento más grande de amor» que ha sentido hasta entonces.
Según ha explicado la actriz a la revista ‘¡Hola!’, la adopción supone «un acto de fe único», así como «una bendición para quien lo vive». Por eso, y a pesar de que la decisión de adoptar no fue tomada «a la ligera», Kristin se siente feliz por el gran cambio que ha supuesto en su vida la llegada de Gemma Rose.
Aunque el proceso de adopción no fue fácil por ser «una especie de montaña rusa», la actriz no pudo sentirse mejor cuando finalmente tuvo a su hija consigo, un momento en el que incluso llegó a sentirse nerviosa.
La pequeña, según cuenta su madre, es «muy buena, muy tranquila y duerme perfectamente». El cuidado de su bebé es para Kristin «una sensación impresionante» y por ello quiere darle «lo mejor», así como «todo el amor».
Charlotte York Goldenblatt, su personaje en la serie, casualmente, también adopta a una niña -en este caso de nacionalidad china-, y queda embarazada de otra que luego recibirá el nombre de Rose. No obstante este nombre no influyó en la decisión de cómo llamar a su bebé en la vida real.
Kristin quería que la pequeña viviera un tiempo junto a ella y elegir su nombre una vez que viera su personalidad. Aunque la actriz confiesa que tenía una lista, finalmente se decidió por el de Gemma y Rosa, sus dos preferidos, por ser su hija «tan bonita como una gema o una rosa».
La llegada de Gemma Rosa ha hecho que el mayor deseo de Kristin se hiciera realidad, ya que la experiencia de ser madre le ha abierto una de las mejores etapas de su vida. Para ella, cualquier persona que adopte un hijo, es digna de admiración.
Estrella Digital/EP