Delois Blakely, este es el nombre de la monja de Harlem que ha denunciado a Walt Disney y Sony Pictures por Sister Act. La mujer acusa a las productoras de plagiar su autobiografía para elaborar el guión de la famosa película que Whoopi Goldberg protagonizó en 1992.
No fue inspiración divina la que alumbró a Joseph Howard y su equipo de guionistas a la hora de escribir la historia de Deloris Van Cartier, la cantante de club metida accidentalmente a monja que con sus cantos y su ritmo revoluciona a toda la comunidad de Saint Katherine, un convento en la ciudad de San Francisco, California.
Ahora, casi dos décadas después de que esa historia se convirtiera en un rotunto éxito de taquilla, lo que motivó su secuela cinematográfica y un musical que se estrenó en Broadway, Delois Blakely reclama la autoría de la historia y demanda a Sony y Disney por apropiación indebida, incumplimiento de contrato, enriquecimiento injusto y otros delitos.
Según consta en su texto de demanda, y recoge The Hollywood Reporter, los parecidos entre la Deloris de la película y la Delois de la realidad no selimitan al nombre y a los habitos. Blakely era «una joven monja negra que cantaba al servicio de la gente de la calle y los jóvenes de Harlem». Esta mujer publicó en 1987 sus aventuras y desventuras en The Harlem Street Nun (La monja de la calle de Harlem), un libro que, según dice, envió a diversas personalidades de la industria cinematográfica.
Así, la hermana de Harlem mandó un resumen de tres páginas a varias producotras, entre ellas la productora de Tri Star Pictures Cynthia Bowles, que llegó incluso a responderle en una carta en la que expresaba el interes por los derechos de la historia para llevarlos al cine.
La demandante alega que más tarde el productor Scott Rudin se llevó el proyecto de Tri Star hasta Disney para convertirse en productor ejecutivo de la película Sister Act que recaudó más de 230 millones de dólares en taquilla.
Conocida ahora como Queen Mother Dr Delois Blakely, la monja de Harlem -y que se ha convertido en uno de los referentes el movimiento de los indignados de Wall Street-, pide en su demanda una compensación económica por las ganancias de la cinta en taquilla. Amén de los beneficios que dio la secuela y la posterior versión de teatro. Ni Disney ni Sony han querido comentar la demanda de Delois Blakely.
Estrella Digital/EP