Jennifer O’Neill, la que fue asistente personal de la cantante los últimos 13 meses y quien le acompañó en su gira Monster Ball ha decidido dejar el trabajo y llevar a su jefa a los tribunales. Denuncia que la diva le debe 7.168 horas de trabajo extra que nunca le pagaron, una retribución que asciende a 291.000 euros.
El diario New York Post informa de que Gaga será llevada ante los tribunales acusada de explotación laboral y de impago a O’Neill. En su demanda, la mujer de 41 años asegura que tenía que estar pendiente de las exigencias de su jefa todo el día.
También denuncia que tenía que estar pendiente de detalles como pasarle una toalla o ser su agenda y alarma personal para que la cantante cumpliera con todos sus actos.
Entre las malas condiciones a las que fue sometida, ha declarado que la artista no le daba un descanso para comer «y ni siquiera para dormir», unas condiciones que ella misma ha señalado que le hacía sentirse como una «esclava». Al parecer, tal y como recogen los papeles de la denuncia, Gaga le hacía levantarse muy temprano cada día o «de una forma repentina por cualquier problema en mitad de la noche».
La ex asistente de la cantante de Bad Romance tenían un sueldo anual que ascendía a los 57.000 euros al año, y entre sus cometidos, también estaba el de ayudarla a elegir modelitos para todas y cada una de su apariciones.
O’Neill ha interpuesto esta demanda en un tribunal de Manhattan reclamando el dinero que se le debe en concepto de horas extra.
No es la primera vez que Gaga acaba a malas con miembros de su equipo. Angela Ciemny, una de sus empleadas, denunció que la artista no le dejaba dormir porque la obligaba a quedarse en su cuarto ya que Lady Gaga tenía miedo a quedarse sola.
Redacción