Sandra Bullock ha sido víctima de una infidelidad por parte del que fuese su marido Jesse James. Al igual que Demi Moore, Sandra se enteró del engaño a la vez que el resto del mundo y eso hizo que algo dentro de ella se rompiese para siempre.
Este hecho provocó que Sandra se sintiese vulnerable y muy triste. Reconoce haber perdido la confianza en sí misma y en los demás y haberse sentido perdida. De hecho, el caos fue tal que la actriz reconoce que llegó a pensar que jamás volvería a actuar.
A pesar de ello, hoy Sandra se siente fuerte y puede mirar atrás y recordar cómo vivió ese momento, ese instante en el que la venda le fue arrancada de los ojos sin anestesia llevándose consigo todo el mundo que había construído entorno a su matrimonio.
Según Us Magazine, tras cinco años de matrimonio, Sandra Bullock pensó que estaba «definitivamente rota y perdida». Tras el escándalo protagonizado por Jesse James, Sandra tuvo que enfrentarse a la prensa, sola. A pesar de ello, Bullock reconoce que en ese preciso momento ella se sentía hundida desde mucho antes de que todo estallase.
«Estaba de acuerdo con estar destrozada y creí que iba a estarlo para siempre». Hoy, Sandra, de 47 años, agrega que ella pensó que iba a dejar de actuar: «Honestamente, no pensé que estuviese preparada para trabajar, ni siquiera quería salir de donde estaba».
A pesar de que estaba decidida a quedarse detrás de la pantalla, el director Stephen Daldry convencido de que Sandra debía volver a trabajar la contrató para Extremely Loud & Incredibly Close con Tom Hanks.
Al respecto, la actriz ha declarado: «Yo no estaba preparada, pero la oportunidad era más fuerte que mi cabeza». Así fue como Sandra ha logrado superar su dolor y seguir adelante. Todo un ejemplo.
Estrella Digital/EP