Por supuesto no era la intérprete. Únicamente una afortunada espectadora. El acontecimiento fue así: a las 10,30 nos recogían en el Teatro Real para desplazarnos a la Cárcel de Navalcarnero donde la Obra Social del teatro que dirige Juan Marchán había organizado, como hace regularmente en otras fechas y otros centros, este emocionante concierto que por lógica se consideró de Navidad.
Actuaban allí de forma totalmente desinteresada tres grandes de distintos géneros musicales: José Menese, Aquiles Machado y Miguel Ríos (por orden de aparición) daban sentido al subtítulo del concierto presentado por Juan Ramón Lucas; “todo es música”.
No eran las mejores condiciones para desarrollar el arte de los cantantes, todos ellos son grandes referencias en sus respectivos estilos: si Menese se recuperaba de una lesión en el hombro, Aquiles había aterrizado de un largo viaje desde China y Miguel carecía del acompañamiento habitual para convertir su actuación en lo que se ha dado por llamar un concierto acústico. Como dificultad añadida puedo citar un frío intenso que no es lo más beneficioso para la voz y los dedos de los músicos. Todo ello fue superado a base de buen hacer, arte, ánimo humor y corazón. Tanto de los artistas como de los acompañantes que tengo un gran placer en citar: el guitarrista flamenco Antonio Carrión, la pianista Celsa Tamayo y los guitarristas José Nortes, Carlos Sainz y José Luis Altube, así como el violinista Eduardo Ortega.
Si la temperatura era baja, no así fueron las emociones que se desbordaron especialmente, con el villancico de Los Campanilleros, con “E lucevan le stelle”, que canta el recluso Cavadarossi en Tosca o la canción “Santa Lucía”. Finalizamos con el “Himno de la Alegría”. Digo finalizamos pues a esas alturas ya cantábamos todo el público, en perfecta comunión entre los artistas, internos y los afortunados que allí estuvimos.
Yo no puedo agradecer tantas emociones más que haciendo esta sencilla y emotiva crónica y agradeciendo a todos los que lograron que este sea “mí concierto de navidad” y también de un Año Nuevo más solidario para todos. Lo necesitamos.
Concha Carbajo para Estrella Digital