Medio siglo de trabajo, esfuerzo y creatividad había que celebrarlo de manera muy especial. Nuria Sardá, directora creativa de la firma, ha plasmado en sus prendas ese recorrido tan especial desde los años setenta hasta la actualidad. Como complemento perfecto, la música y como colofón final una novia muy especial que ha dejado boquiabiertos a todos.
El lujo y la magia se han fundido en una misma colección que celebra su cincuenta aniversario. El invierno 2012-2013 de la firma viene cargado de sorpresas, que viajan acompañadas de ritmo, porque Andrés Sarda ha querido soplar velas con mucho ritmo: «Dance with me».
A ritmo de tango, los flecos negros han bañado la lencería y las cabezas han ido acompañadas de sombreros cordobeses. Así ha dado comienzo una cuenta atrás que se aceleraba con bailes latinos, donde las plumas y los brillantes de Swarovski cobraban protagonismo en sujedores y bragas mini.
Para meternos de lleno en los años 90, Sarda ha revivido el efecto push up y los detalles de encaje. Unas propuestas seguidas por el sabor más español: flamenco, mantillas, peinetas y guantes. Antes de llegar al colofón final, la colección se ha paseado por la décado del 2000 rodeada de piezas de piel en versión puño, chal, cuello…
Como guinda de un excepcional pastel que celebra su cincuenta aniversario, Sardá ha enamorado sobre la pasarela con un especial vestido de novia blanco. El mismo, de corte palabra de honor y gran abertura delantera, ha hecho que todo el público se pusiese en pie, dando por finalizado un excepcional baile.
Estrella Digital/EP