Así es el título de su biografía, documentada, rigurosa, pero sobre todo escrita con el cariño y respeto de su autor, Emilio García Carretero. En estas primeras semanas de febrero, el libro ha sido presentado en Madrid, en la SGAE el día 2, en el Centro Asturiano el 9, y en el Hogar Extremeño el 10.
En estos actos hemos podido comprobar con enorme satisfacción la excelente acogida del público a esta artista que ha cantado copla, saetas, jotas, haciendo incursiones en otros géneros, como la zarzuela (ahí está esa “Reina Mora” del Maestro Serrano), los cancioneros tradicionales (“Los Mozos de Monleón”, “El Café de Chinitas”) y tantos otros, todas versiones personalísimas e inimitables. Ha sido una artista que ha llevado la canción española por todo el mundo, hasta en Rusia cuando las relaciones con España no eran fáciles, y donde, como ella misma ha contado al público asistente a estas presentaciones del libro, tuvo que repetir diez veces “El Cordón de mi corpiño” en la Sala Chaikowsky de Moscú. Cuando decimos canción española no nos limitamos a su querida Andalucía, hablamos también de Galicia, Castilla, Cataluña, Canarias, Extremadura, Aragón, Asturias, La Mancha… muchas veces en sus lenguas vernáculas.
Efectivamente, su labor de folklorista la ha impulsado a estudiar la música de España entera además de montar unos espléndidos espectáculos que recordamos con nostalgia y admiración, espectáculos que no sólo se llevaron al teatro, sino también a televisión. El público, en sus casas, podía disfrutar de unas canciones españolas, tan ricas y diversas, magníficamente interpretadas y “vestidas” con los trajes propios de cada región (entonces no se hablaba aún de Comunidades Autónomas), los telespectadores hacían un viaje imaginario por todo el país, y a muchos niños de entonces estas producciones nos han ayudado a conocer de una manera integral nuestro folklore: la riqueza del vestuario era un valor añadido para ese bien cultural que es la música de nuestras raíces.
El cine también ha contado con ella en diversas ocasiones, directores nacionales e internacionales: José Bruch, Ramón Barreiro, José Antonio Nieves Conde, Raúl Alfonso en la versión en película de “La Reina Mora”, José Maria Elorrieta, Luis Lucia… y Orson Welles, con la participación de Antoñita en “Mister Arkadin”. Interviene igualmente en cortometrajes, plasmando su arte y, hay que decirlo, su belleza, que se refleja en el celuloide y sus primeros planos sin la distancia obligada que marca el teatro.
Una faceta menos conocida de Antoñita Moreno es la de letrista; discreta siempre, ha firmado con su segundo apellido la autoría de muchas canciones. La biografía escrita por Emilio García Carretero incluye un CD con quince canciones, algunas de ellas con letra de la cantante. Este disco nos ofrece obras poco conocidas de su repertorio, lo cual agradecemos precisamente por permitirnos descubrir a una Antoñita Moreno interpretando canciones de Carmen Conde, música y arreglos de García Lorca, partituras de los compositores Gregorio García Segura, Luis Posadas y Salvador Ruiz de Luna, además de las dos letras suyas a las que hacíamos referencia.
El libro recoge la trayectoria artística de Antoñita Moreno con toda la meticulosidad y el rigor que siempre acompaña a su autor, el tenor Emilio García Carretero, en todas sus publicaciones; presenta, además de la buena argumentación del texto, una impresionante colección de fotografías de la cantante. El prólogo se debe a Santiago Castelo, y el epílogo a Miguel Ángel Yáñez. Nuestra enhorabuena para todos.
Igualmente vaya nuestro aplauso para la buena organización de las interesantes y emotivas presentaciones que se han hecho del Libro en Madrid, con el regalo inesperado que nos hizo Antoñita Moreno: nos cantó en vivo y en directo, y con su arte de siempre.
María Teresa García Hernández