En Arabia Saudí, la Policía Religiosa hace horas extra. Y es que en este país, las patrullas son constantes: vigilan sobre todo los centros comerciales y los comercios locales. Está prohibido el color rojo, porque se cree que es provocativo para el cuerpo de una mujer, y por lo tanto, considerado poco ético o moral.
Durante las dos primeras semanas de febrero, todo lo que tiene que ver con San Valentín está prohibido: nada de prendas rojas en los escaparates; las pastelerías no pueden vender productos con corazones rojos y se persigue la venta de flores y regalos típicos de San Valentín.
Y todo ello por una razón: preservar la virtud, de su país, y de sus habitantes. El 14 de febrero es un día especialmente peligroso, porque hay muchas citas, y los regalos entre parejas suelen ser habituales. Regalos prohibidos, y que se venderán en el mercado negro a un precio elevado.
Pero el resto de los meses, estos policías también tienen trabajo. A lo largo del año, se hacen varias campañas para preservar la virtud, casi todas dirigidas a los jóvenes. Los locales de restauración son desalojados a las horas de la oración y la gente es forzada a ir a la Mezquita, y obligan a los empresarios a cerrar sus espacios. Esto sucede durante todo el año, pero también pondrán en marcha más campaña, cuyo objetivo principal es internet y las nuevas tecnologías, porque fomenta una relación «inadecuada» entre jóvenes de distinto sexo.
Redacción Estrella Digital