Francisco Valladares nos ha dejado hace muy pocos días, el pasado 17 de marzo. Mucho se ha escrito y se escribirá sobre este hombre de la escena, del micrófono, de la cámara, y ante todo una excelente persona y un querido amigo: ése es el recuerdo que guardan todos los que lo
tuvieron muy cerca y compartieron con él tantos momentos de su vida personal y profesional .
Desde sus comienzos en el TEU hasta la actualidad, Paco Valladares ha sido voz de lujo en la radio, presentador de televisión, actor versátil de cine y teatro, recitador extraordinario, magnífico actor de doblaje, apuesto galán de revista y también cantante: el pasado mes de
julio nos entusiasmó en su papel de “Tío Cayetano” en Las de Caín, en el Teatro Español, haciendo este entrañable personaje de manera impecable, caricaturizándolo en la medida justa, volcándose en su representación de hombre de mundo, ya maduro, atractivo, adinerado y elegante, que “sabe estar”en todas las situaciones y acaba casándose con la menor de sus sobrinas. Y ahí le escuchamos cantar, y le vimos bailar, en el montaje que dirigió con tanto acierto Ángel Fernández Montesinos, haciendo una de las cosas que más le gustaban en el
mundo, interpretar una obra. El público aplaudió su actuación, y pudo admirar su potente voz baritonal sin ningún problema en el paso a los agudos, sorprendente en alguien cuya dedicación no se centre exclusivamente en el género lírico.
Después de superar una mala etapa en que su salud se había quebrantado, estamos seguros de que subirse a un escenario en esta ocasión fue una de sus mayores alegrías. Seguía con proyectos y con ganas de trabajar, contagiando su esperanza a los que le rodeaban y a los que le admirábamos como espectadores.
Nosotros le entrevistamos a raíz del estreno de Las de Caín, y su actitud afable y cariñosa nos mostró cómo era fuera de las luces del escenario, un hombre cordial, afectuoso, que siempre nos ha dedicado un saludo especial todas las veces que lo hemos encontrado en algún acto relacionado con el teatro; últimamente, a mediados del mes pasado, en el estreno de El Gato Montés. Por eso, su desaparición ha sido una triste y dolorosa sorpresa. Teníamos noticias de que había sufrido una recaída, lo cual era motivo de preocupación, pero esperábamos que su naturaleza y sus ganas de vivir harían que se recuperara pronto; desgraciadamente no ha sido así, la complicación con una fatal neumonía ha bajado el telón por última vez. Seguiremos aplaudiéndole con el corazón.
Descanse en paz.