El pintor y escultor Antonio López ha presentado este jueves medio centenar de obras de su colección privada en la fundación leridana Sorigué, en la que es su primera gran exposición en Catalunya.
Algunas piezas han pasado por el Museu Thyssen-Bornemisza de Madrid y el de Bellas Artes de Bilbao y otras proceden directamente de su taller y están inacabadas, una circunstancia que encaja con el objetivo de Sorigué: mostrar su proceso creativo.
La exposición estará abierta hasta octubre, y en julio volverán a Madrid los cuadros de los edificios de la Gran Vía madrileña, en los que el pintor trabajará en agosto desde distintas terrazas para tener en cada obra la misma luz que cuando empezó su proyecto.
Trabaja poco tiempo en cada una, comenzando por la que refleja el amanecer y finalizando por la que recoge la luz más tardía de la ciudad, y en algunas puede leerse la hora en la que López toma el pincel.
«(La exposición) me parece muy estimulante porque tiene cosas a medio terminar. Me abruma un poco si la colaboración que hacemos con vosotros os gusta. Estoy orgulloso, encantado de colaborar», ha explicado.
Para el artista, es un éxito que dos de sus conocidas esculturas de cabeza puedan estar en el centro de la ciudad de Lleida durante la exposición, porque «es algo infrecuente», y él mismo asistirá a la colocación dentro de dos semanas.
López ha considerado que si se recupera esa forma de mostrar tan abiertamente el trabajo de los artistas será un logro extraordinario, y ha insistido en que la calle «parecía que era un espacio ya perdido».
Diálogo con otras obras
La exposición está planteada como un diálogo entre obras de la colección Sorigué, con piezas de López y de otros artistas, y ofrece un centro de documentación sobre la obra del manchego, ha explicado la directora de la fundación, Anna Vallés.
Sus cuadros y esculturas se confrontan con las de Berlinde De Bruyckere, Chuck Close, Antony Gormley, Evan Penny, Alain Paiement, William Kentridge, Julie Mehretu, Jonathan Meese, Liza Lou, Marilène Oliver y John Davies.
María López, hija del artista, ha explicado que la Fundación Sorigué ha querido presentar un monográfico sobre la obra su padre: «El punto de partida ha sido la presentación de un fundamental conjunto fechados entre 1969 y 1975 que la fundación reunió en los comienzos de su proyecto museístico y cuyos escenarios son los interiores del entonces estudio de Antonio», ha afirmado.
Julio Vaquero, asesor de la fundación, ha dicho que estaba pendiente hacer una exposición significativa de Antonio López en Catalunya: «Es algo que ha flotado en el ambiente durante mucho tiempo entre los profesionales del mundo de la pintura».