Noemí Merino fue la gran ausente de la gala final de Gran Hermano. Al parecer, la organización no la invitó bajo la excusa de que lo pasa mal en las galas e iba a estar incómoda.
«Noe no está esta noche ni con nosotros ni con vosotros. El programa no la ha invitado pero eso no quiere decir que no opte al premio porque sigue siendo la ganadora +1 de Pepe. En Gran Hermano se entra a compartir la convivencia con los compañeros y con la audiencia de una forma muy generosa y luego hay que responder de lo que se ha hecho», explicaba Mercedes Milá.
Añadiendo que «a Noe y a su entorno ésto les causa mucha tensión y no queremos que se repita un momento de tensión como cuando su madre se la llevó del plató. Noe no está aquí pero le mandamos y deseamos toda la suerte del mundo».
No obstante, y a pesar de no acudir a la final, sí estuvo en la fiesta posterior y fue de las que mejor se lo pasó, dprotagonizando más de una anécdota.
Pepe, el flamante y discutido ganador de Gran Hermano 12+1, se alegró de ver a su excompañera de batallas y la cogió en brazos, ella se dejó hacer. Y no sabemos si no reparó en que llevaba un vestido algo corto con el que -como ocurrió-, iba a dejar ver algo más de lo debido, o simplemente era consciente y le dio igual. Pero Noe nos enseñó todo el trasero, a España en general y a los presentes en la fiesta en particular.
Adriana García