Todo lo bueno se acaba. De las aguas cristalinas del paraíso al asfalto ardiente de Madrid. Tras sus idílicas vacaciones en las playas del Caribe, Sara Carbonero e Iker Casillas ya han tenido que deshacer las maletas. Como el resto de los mortales, ambos han vuelto a sus respectivos trabajos.
Atrás dejaron unos días inolvidables, que comenzaron con la celebración de una gesta histórica: el triplete que les dio la Eurocopa.
También, la boda de unos amigos, la visita a la familia en Navalcruz y la preparación de la mudanza a su nueva casa de la finca de Somosaguas fueron el preludio antes de cruzar el charco a Miami.
Además, sus siguientes paradas fueron unos divertidos días en casa de su buen amigo Alejandro Sanz, y unas citas solidarias en Houston y Caracas. Pero lo mejor lo dejaron para el final.
Las islas Vírgenes, en el corazón del Caribe fueron el escenario perfecto para que la pareja haya disfrutado de unas apasionadas e idílicas vacaciones, según informa la revista ‘¡Hola!’. La naturaleza, las aguas turquesas y arenas blancas de película fueron testigo de los paseos y juegos que han protagonizado durante sus esperadas vacaciones.
Así, a su llegada a Barajas, la periodista derrochó estilo y belleza con un vestido en algodón gris que resaltaba aún más su bronceado, mientras que Iker empujó galantemente el carrito con el equipaje, tal y como informa la citada revista.
Con el recuerdo de estas maravillosas vacaciones, la pareja regresó a Madrid dispuesta a incorporarse a sus trabajos. Eso sí, con un bronceado caribeño como mejor recuerdo de sus días en el paraíso.
Estrella Digital/EP