Cuarenta y siete años y seiscientas portadas a sus espaldas avalan su éxito en el mundo de la moda. Tal y como dicen en la revista ‘Vanity Fair’, es todo un mito y ahora se ha sincerado en una exclusiva entrevista en la que explica por qué detesta el término supermodelo, cuándo piensa hacerse la cirugía estética y mucho más. ¿Quieres saber de quién estamos hablando?
Madre de un niño de seis años (Augie) que se ha convertido en el centro de su vida, Linda Evangelista nos regala una espectacular sesión de fotos para la revista Vanity Fair, dejando claro que el paso del tiempo le sienta estupendamente.
Durante cinco años, la modelo mantuvo en secreto la paternidad de su pequeño hasta que en 2011 saltó a la luz pública que se trataba de Francois Henri Pinault, actual marido de Salma Hayek y uno de los magnates más importantes y conocidos de la industria del lujo.
En esta entrevista para Vanity Fair, Linda se sincera y habla de por qué muy a su pesar ha sido noticia por un juicio contra el padre de su hijo por su manutención, en lo que se ha convertido en uno de los peores años de su vida.
Forma parte de las grandes supermodelos de los 90 y es una de las mejor pagadas, pero cuando le preguntan por este término, ella no sabe ni siquiera lo que significa: «Hoy en día cualquiera puede ser supermodelo. Yo reconozco a las que están aquí para quedarse de un solo vistazo. Lo vi en Natalia (Vodianova), lo vi en Raquel Zimmerman, lo vi en Amber Valetta o en Saskia».
Ahora, Linda recuerda su primera sesión de fotos, en la que entró en contacto con las drogas por primera vez. «Nos llevaron a una fiesta donde se hicieron 21 rayas de cocaína. Todo el mundo se había metido la suya y quedaba una», cuenta la modelo quien además, precisa, que en contra de lo que pueda parecer, nunca fue aficionada a la vida nocturna.
Finalmente, Evangelista asegura que «hoy en día hay diseñadores que no saben ni cómo se coge una aguja» y admite no tener miedo al paso del tiempo. Sin embargo, no cierra las puertas a la cirugía estética: «No sé cómo me voy a sentir dentro de cinco años. Nunca puedes decir nunca».