Un nuevo equipo de restauradores examinará la pintura mural del ‘eccehomo’ situada en la iglesia del Santuario de Misericordia de la localidad zaragozana de Borja, obra de Elías García Martínez que ha alcanzado trascendencia internacional tras la peculiar ‘restauración’ iniciada por una vecina del municipio, Cecilia Giménez, dejándola en mal estado.
El alcalde de Borja, Francisco Miguel Arilla, ha explicado que «todavía no hay novedad» sobre el análisis que dos restauradoras de la empresa Albarium realizaron este lunes de la obra y a quien se ha encargado un estudio.
Esta empresa «colabora con nosotros» en la restauración del patrimonio del municipio, pero cuando se conoció este caso «la consejera de Cultura del Gobierno de Aragón, Dolores Serrat, se puso en contacto con nosotros y puso a nuestro servicio su equipo de restauración», de modo que ahora «vendrán y harán su estudio» también.
De esta forma, «una vez que podamos comparar los estudios decidiremos» qué hacer con la obra, aunque «no nos meteremos prisa, dejaremos que el tiempo ponga las cosas en su sitio» sin dejarse llevar por «ideas precipitadas».
Mientras tanto, el santuario «sigue abierto y sigue viniendo gente», las visitas al eccehomo son «continuas» y medios de comunicación de todo el mundo mantienen su interés por esta obra de escaso valor pero, desde hace una semana, conocida en todo el mundo.
«Pensábamos que ya había terminado» y que el municipio recuperaría la normalidad que perdió la pasada semana, «pero aún seguimos todo el día con lo mismo», ha comentado tras atender a un medio de comunicación japonés y otro de Francia.
El ayuntamiento pedirá responsabilidades a quien use la imagen sin permiso
Sobre el proceso de registro del término ‘eccehomo’ como marca, en todas sus variantes, el alcalde ha recordado que los trámites comenzaron el pasado viernes y ha advertido de que «ha habido personas que ya han hecho un uso indebido» de la imagen.
«Seguramente tomaremos medidas contra estas personas que no han esperado» a tener el permiso del consistorio para utilizar el nombre y la imagen de la obra, como quienes han vendido camisetas por Internet a quienes «ya nos hemos dirigido para pedirles responsabilidades», y otras empresas que antes de disponer del permiso del ayuntamiento «están comerciando con la imagen».