El escándalo ha saltado al panorama público en Suecia. Los medios han destapado una práctica entre las agencias de modelos del país. Estas agencias acuden habitualmente a las clínicas de rehabilitación de desórdenes alimenticios suecas para captar a jóvenes y ofrecerles trabajo como modelos.
«Desde 2007 llevamos viendo gente en los alrededores de nuestro centro. Su modus operandi es siempre el mismo: esperan a las chicas a la salida, hablan con ellas para ofrecerles un contrato como modelos y les dejan su tarjeta para que les llamen», explica a la revista GRAZIA la doctora Anna-Maria af Sandeberg, directora del Centro de Trastornos Alimentarios de Estocolmo.
El centro ha tenido que modificar la agenda y las rutinas de las pacientes para evitar que sean captadas por estos supuestos cazatalentos de las agencias de modelos.
«La reacción de las chicas es muy variada. Algunas se sienten muy halagadas y quieren llamar a la agencia; otras en cambio, renuncian directamente y vienen a contarnos lo que ha pasado. Siempre les he dicho que no nos gusta la idea, que no llamen. Al estar bajo tratamiento, no queremos que trabajen como modelos. Son muy delgadas, y no es bueno para ellas. Algunas nos escuchan… pero otras no», asegura la doctora.
Redacción Estrella Digital