Medallas, uniformes rutilantes verdes y blancos, autoridades, coches oficiales y chavales premiados. Cada junio la cita de los Premios Ejército es la convocatoria de más relumbrón entre uniformados, políticos, empresarios y periodistas capitalinos del ramo. Y en medio de todo este berenjenal multiforme y disciplinar, la melena impecable y el terno rojo y blanco de Mariló Montero, la invitada a la que pocos esperaban. El caso es que acudió a la ceremonia en la que se entregó la mención especial de los premios a su ex marido, Carlos Herrera.
«Me lo merezco», aseguró el periodista de Onda Cero, para dar arranque a un discurso inspirado, entretenido y con un final de hondura, en el que se ensalzaban los valores ciudadanos y éticos del Ejéricto de Tierra. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, y el Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), el general Jaime Domínguez Buj, le entregaron un hermoso sable de oficial de Tierra. Para acabar de templar la noche, la impecable banda del Regimiento Inmemorial del Rey nº 1 despidió la ceremonia interpretando «Amistad, amistad», el celebrado «Canto a la amistad» de la zarzuela La Revoltosa. Carlos Herrera y Mariló Montero la escucharon, codo con codo, en la zona noble del patio de butacas.
«Me lo merezco», aseguró con sorna Herrera
El Ejército de Tierra prepara cada año con mimo la antrega de los Premios Ejército, que este año cumplían su 51 edición. Los galardones, de índole cultural, se entregaron en el picadero cubierto de la Escuela de Guerra del Ejército, un entorno belle epoque espectacularmente decorado. Fotógrafos, pintores, escolares y maquetistas desfilaron por el estrado para recoger sus premios. El cocinero Alberto Chicote, emocionado, hizo entrega de los premios a los trabajo de investigación escolar, uno de los más apreciados por el público.
El éxito de público acompañó a esta cita clásica, a lo que no faltó el ministro, secretario de Estado, Pedro Arguelles; el director del CNI, general Sanz Roldán (con su inmutable insignia de legionario); Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante García Sánchez, Jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante Muñoz-Delgado, y los represnetantes en la Comisión de Defensa del Parlamento de PP y PSOE. También numerosas personalidades de la industria de la Defensa.
Muchos uniformes y muchas corbatas. Ninguna pudo eclipsar el golpe de melena de Mariló Montero, aunque ni ella ni su Carlos Herrera se quedaron al vino de honor posterior. Es sabido que los dos trabajan desde temprano.