Las bicicletas son para el verano tanto como los fichajes de futbolistas y las disputas entre Mediapro y Prisa por los derechos televisivos. La famosa «guerra del fútbol» se recrudece cada estío, coincidiendo con la hora de pagar, tanto a los tenedores de los mismos como a los clubes que ansían el dinero para poder reforzarse. Una vez más, los impagos de los chicos de Cebrián pueden provocar que los abonados a las distintas plataformas televisivas no sepan si tienen que permanecer en la que tienen o cambiarse a otra.
En esta ocasión son 88 millones de euros los que tienen la culpa. La cifra sale de sumar por un lado los 66 millones que tendría que abonarle Prisa a Mediapro antes del 1 de julio, y por otro de los 22 millones de euros que tendría que haberle pagado ya a la productora catalana, dado que el vencimiento del plazo terminó el 5 de junio. Por mucho que Juan Luis Cebrián se haya garantizado la permanencia en su grupo tres años más, lo cierto es que la escasez de fondos del grupo parece hacer poco viable que ahora vayan a poder pagar.
Entre uno y otro implicado gestionan ahora mismo el 40% de los ingresos de los clubes de fútbol de no arreglarse la situación entre ambos podrían peligrar las retransmisiones, toda vez que mientras Mediapro sigue contando con los derechos de los dos «grandes», Real Madrid y Barcelona, Prisa cuenta con otras bazas importantes como Atlético de Madrid, Betis o Sevilla, por lo que difícilmente ninguno de los dos podría dar partido alguno, ya que en cualquiera estaría alguno de los representados por una de las partes.
Al parecer, Prisa quiere que Mediapro «clarifique» el desvío de más de 30 millones que un auditor detectó en los derechos de TV, sobreprecio que niega la productora catalana que a su vez asegura que en ningún momento se pactó una revisión del coste de los mismos y acusa a la otra parte de haber presentado ante el notario un cheque sin conformar. El grupo lleva todo el año negociando con los clubes y Mediapro una rebaja de la factura del fútbol de un 20 por ciento, con la intención de recortar entre 125 y 150 millones los cerca de 675 millones que paga al año. De ahí que al no lograrlo habría optado por no pagar.
Mientras, la propia Liga del Fútbol Profesional está preocupada con esta situación, sabeedora de la deuda de 650,4 millones que tiene el fútbol con Hacienda y que había acordado con ésta que el 35 por ciento de lo que los equipos con deudas ingresaran por la venta de sus derechos de televisión fuera directamente a las cuentas del Estado, algo difícil de cumplir si no recibían los dineros televisivos.
Así las cosas, o los de Cebrián pagan los 88 millones que le deben a Mediapro, que accedió a cederle los derechos televisivos a Digital +, o, como siempre, los abonados tanto a ésta como a Gol TV tendrán que encontrar otros alicientes en cada una de ellas para seguir pagando sus cuotas.