Aunque la vocalista inglesa se ha erigido en una de las cantantes más populares del panorama internacional desde que triunfara en la edición británica de ‘Factor X’, no dudaría en tirar por tierra tantos años de esfuerzo y consagración artística con tal de asegurarse de que la humanidad deja de experimentar con seres vivos para siempre. De esta forma, la intérprete no albergaría ninguna duda si se viera obligada a elegir entre su carrera profesional y la oportunidad de desterrar definitivamente el sufrimiento animal que va aparejado a las labores de investigación científica o cosmética, ya que está convencida de que su vocación artística no es tan relevante para el mundo como un reino animal en paz y tranquilidad.
«Si me encontrara en la disyuntiva de tener que optar entre mi carrera musical o la prohibición mundial de la experimentación con animales, no me lo pensaría dos veces y abandonaría mi profesión. Me parece abominable que se inflija un dolor innecesario en estas criaturas por motivos que no están justificados muchas veces, y estoy de acuerdo con la expresión que dice que a una sociedad debería juzgársela por la forma en que trata a los animales. Amo mi trabajo y la oportunidad de ganarme la vida en este negocio, pero creo que la importancia de respetar la dignidad animal trasciende mis intereses particulares», admitió la estrella del pop a la revista Cosmopolitan.
El compromiso que mantiene la extrovertida cantante con la protección de la naturaleza y la fauna mundial se materializó recientemente con el lanzamiento de su primera línea de cosméticos ecológicos –una colección que se distribuyó a través de la cadena de tiendas The Body Shop–, un proyecto alternativo a su trayectoria artística que ha concienciado a la intérprete de que no hay necesidad alguna de experimentar con animales para crear productos de calidad. Tanto es así, que Leona apoya sin fisuras la reciente directiva de la Unión Europea que prohíbe la investigación con seres vivos, una ley que no solo celebra sino que también trata de promocionar en todo el mundo.
«Es genial que la Unión Europea esté ejerciendo una gran presión en la escena internacional con su decisión de vetar la experimentación con animales. Creo que el resto del mundo debería seguir este ejemplo, porque muchas de las compañías que todavía siguen esta práctica acaban de perder la oportunidad de entrar en el mercado europeo, y ahora es rentable económicamente que las compañías busquen otros métodos más pacíficos para evaluar sus productos», explicó al mismo medio.