Nadie sabe nada, pero todo el mundo habla. Nadie quiere polémicas, pero todos echan leña al fuego con nuevas declaraciones. Nadie quiere aprovecharse, pero todos pueden terminar sacando beneficio. La muerte de Mario Biondo parece una muerte novelada por entregas, en la que no hay día en que una de las partes aparezca en los medios para, en vez de esclarecer, complicar más aún las cosas.
Lo de las «partes» se debe a que lo que en un principio era una una hermandad bien avenida se ha terminado convirtiendo en una especie de partido político, donde todo son sospechas y donde suele haber, como mínimo, dos bandos bien diferenciados. En este caso, por un lado está la familia Sánchez Silva, que apoya cien por cien a la presentadora, y por otro la familia Biondo, que no sólo ha dejado de hacerlo sino que incluso duda no tan sólo de su honestidad sino incluso de lo que pudo hacer o dejar de hacer la noche del siniestro.
Primero fue la hermana del finado, Emanuela, la que emprendió una cruzada pública contra la presentadora de Mediaset, llamándola mentirosa al asegurar que no creía que, como siempre mantuvo, estuviera esa noche en casa de un tío suyo y no con su marido. Ahora ha sido el hermano, Andrea, el que ha entrado en el juego de las descalificaciones, concediendo una entrevista a un diario de tirada nacional. Según él, en vez de suicidio habría que hablar de asesinato. Aficionado o no a Agata Christie, lo cierto es que no dudó incluso en dejar como móvil del crimen el que «Mario descubrió algo esa noche». Y hasta ahí puedo leer… al menos de momento.
Y es que el caso Biondo ya parece haberse convertido en el «culebrón Biondo». Mientras en las redes sociales ya hay quien incluso habla de que Raquel Sánchez Silva está empezando a rentabilizar la muerte de su marido, de momento hay que esperar, aunque puede que no mucho, para ver si la otra parte, los hermanitos del fallecido o cualquier otro miembro del clan hacen lo propio en cualquiera de los programas que tanto pábulo le vienen dando al caso. Sobre todo ahora que, según Andrea, su cuñada les ha pedido recuperar el dinero gastado en el funeral al estimar que había sido «demasiado» y que no está su economía para tales dispendios, por muchos bolos publicitarios que pueda protagonizar.
Eso sí, de acudir a los platós, sobre todo a los de Mediaset, ellos serán los «malos», teniendo en cuenta el califcativo de «uno de los nuestros» con el que partiría Raquel Sánchez Silva. Lo difícil es saber si, al margen de las sospechas, existe realmente algún indicio real que sustente sus sospechas. De no ser así pronto se les acabaría el chollo.