José Antonio Sánchez, director de Telemadrid, ha asegurado ante el juzgado quese abstuvo en la votación de la Comisión Delegada de la televisión pública madrileña que adjudicó un contrato técnico a Telefónica. Sánchez es antiguo directivo y accionista de la compañía telefónica, y se vio obliga a firmar el contrato, como es preceptivo.
El director de Telemadrid tuvo que salir por la puerta trasera de los juzgados de Pozuelo para evitar a un grupo de trabajadores despedidos de Telemadrid que esperaban a la entrada. En este juzgado se le acusa de cinco posibles delitos (prevaricación, tráfico de influencias, malversación de fondos públicos, contra los derechos de los trabajadores y un delito societario).
La filial de Telefónica TAS, se hizo con la producción técnica de las emisiones de la cadena el pasado 16 de enero, apenas cuatro días después de que 791 trabajadores de la casa recibieran otros tantos burofaxes de despido, como medida incluida dentro del Expediente de Regulación de Empleo de la misma.
Este contrato le ha supuesto alrededor de 1.500.000 euros del Presupuesto de Telemadrid. Sánchez, según los abogados de la representación sindical, habría podido incurrir en un posible delito de tráfico de influencias. Según él, el único motivo para la concesión a Telefónica fue que salía “más barato” que los salarios de los trabajadores despedidos, apoyándose para ello en un informe de la consultora KPMG que la Dirección de Telemadrid se ha comprometido a aportar al juzgado la semana que viene. Por el contrario, la representación sindical insiste en que, según sus cálculos, los salarios de los despedidos de Telemadrid costarían la mitad que lo que está pagándose a Telefónica.