El pasado martes estrenó «Campamento de verano» y el próximo hará lo propio con la segunda temporada de «Frágiles», aunque a ésta, según el director de Contenidos de Mediaset, Manuel Villanueva, su aparición en pleno estío tan sólo se debe a la crisis existente, «ha sido un año complicado para el mercado audiovisual, por la caída de ingresos publicitarios, y ésto ha hecho que productos como éste hayan visto retrasado su inicio».
Y es que, según Villanueva, la serie que protagoniza Santi Millán «es diferente, porque coloca la cámara donde están las emociones, y por ello hay que protegerla, abrigarla un poco, porque creemos que tiene vida por delante por cumplir». De momento, ya se conformaría con el 1.677.000 espectadores de media que tuvo en su primera entrega, y, sobre todo, con el 13,1% de cuota de pantalla que obtuvo, y con el reflejo que logró en las redes sociales, donde el día de su estreno fue el segundo producto europeo más comentado de la semana en estos foros en Europa.
Para Tony Sevilla, director de Ficción del grupo, esta 2ª temporada de «más luminosa, está hecha desde un punto de vista más optimista» y nos plantea «quién es capaz de aceptar la verdad sobre su vida». La gran novedad será la participación de numerosas caras conocidas como secundarios para los ocho episodios que componen esta temporada. Nombres como Juanjo Artero, Patricia vico, Malena Alterio, Miguel Rellán, Antonio Molero o Ana Risueño, entre otros, que han participado en la misma «simplemente porque les gustaba la serie».
En el reparto se han integrado como fijos Ginés García Millán y César Camino. El primero destacó precisamente que «todo el mundo quiere estar en ‘Frágiles'», y definió la serie como «un buen producto que no tiene nada que envidiar al resto»; mientras que para el segundo lo mejor es «las emociones y la verdad que refleja».
El peso de la ficción vuelve a corresponderle a un Santi Millán que confesó que «estaba seguro de que habría una segunda temporada, y estoy convencido de que quien vea los primeros cinco minutos de esta se enganchará». Una de las cosas que más le sigue llamando la atención es la técnica de guiones abiertos, método de interpretación que permite a los actores improvisar, ya que «te da la posibilidad de probar cosas y que tengas que estar más alerta, ya que tienes que escuchar al compañero para poder darle réplica».
Entre esos compañeros están Elia Galera, la mujer a la que el fisioterapeuta Pablo (Santi Millán) le declaraba su amor en el último capítulo de la primera temporada y que ahora reaparecerá de nuevo en su vida como una adolescente de 40 años despreocupada y juerguista; Sandra Ferrús, la mujer de Pablo, que despertaba del coma en el último capítulo y que ahora desea recuperar el tiempo perdido; Norma Ruiz, la hermana de la anterior, con la que ahora convivirá; el citado Ginés García Millán, un amigo de la juventud de Pablo con el que se reencontrará, llevándole a vivir a su casa; Ruth Núñez, que dejará a su madre y que empezará a compartir piso con Jorge, otro afectado del síndrome de Asperger; Luisa Martín, la madre de la anterior, que intentará retomar la relación con su hija; y César Camino, que será Jorge, un reconocido ingeniero que también padece síndrome de Asperger.